El primer ministro búlgaro, el populista conservador Boiko Borisov, presentó hoy la dimisión de su gabinete tras el fracaso de la candidata oficial a la jefatura del Estado del país en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, celebrada el domingo, informó el Gobierno.


En un comunicado se explica que Borisov, en una carta que acompaña la dimisión del Gobierno depositada hoy en el Parlamento, informa a los diputados de que el Ejecutivo continuará en funciones hasta la formación de un nuevo gabinete.


Se desconoce aún la fecha de votación sobre la dimisión presentada, aunque fuentes parlamentarias consultadas por Efe estimaron probable que sea aprobada mañana.


Borisov, que ocupa la jefatura de Gobierno desde 2009 (salvo una interrupción de año y medio), cumple así la promesa que hizo en la campaña a las elecciones presidenciales, cuando dijo que dimitiría si no ganaba la candidata de su gubernamental Ciudadanos para el Desarrollo Europeo de Bulgaria (GERB), Tzetzka Tsacheva.


Tsacheva, actual presidenta del Parlamento, perdió ayer en la segunda ronda de esos comicios al obtener el 36,17 % de los votos, frente al exgeneral Rumen Radev, que se impuso con el 59,35 %, informó hoy la Comisión Central Electoral búlgara tras el escrutinio del 99,33 % de los sufragios.


El triunfo de Radev, un antiguo comandante de las Fuerzas Aéreas sin experiencia política, había sido avanzado el domingo por las proyecciones de los sondeos a pie de urna y Borisov ya anunció anoche que su Gobierno iba a dimitir hoy en bloque.


"Después de estas elecciones queda claro que la actual coalición no tiene mayoría. Ahora ni el Presupuesto Estatal 2017 será aprobado en el Parlamento. Mañana o pasado mañana, el primer día laboral del Parlamento, depositamos la dimisión de este Gobierno", dijo ayer Borisov.


La actual coalición en el poder está formada por el GERB, el derechista Bloque Reformista y el nacionalista Frente Patriótico, y se ha caracterizado por las constantes fricciones de las tres agrupaciones desde que llegaran al poder a finales de 2014.


Bulgaria afronta momentos de incertidumbre, dado que se deberán convocar elecciones legislativas anticipadas y tampoco está muy claro el rumbo que Radev quiere imprimir al país.


El presidente saliente de Bulgaria, Rosen Plevneliev, debe pedir ahora al mayor partido del parlamento, el GERB, formar Gobierno, pero Borisov ya ha anunciado que rechazará el encargo y ha sugerido que lo intente el Partido Socialista Búlgaro, segundo en número de escaños.


No obstante, la presidenta de esa formación, Kornelia Ninova, ha declarado que tampoco está dispuesta a probar suerte.

jlcg

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