Rusia aseguró hoy en la ONU que los bombardeos sobre Aleppo solo se detendrán si los combatientes del Frente Al Nusra dejan la ciudad siria, donde Moscú y Damasco observarán este jueves una pausa humanitaria de ocho horas.

Esa breve tregua tiene como fin, según Moscú, permitir "el paso libre de los civiles y la evacuación de los enfermos y heridos", pero también la salida de "combatientes" de la parte este de la localidad, controlada por los rebeldes.

Según el gobierno ruso, si los yihadistas de Al Nusra dejan la ciudad, hay un compromiso claro para que la oposición moderada y el régimen sirio inicien un alto el fuego.

Ese fue el entendimiento alcanzado el pasado sábado en la reunión internacional celebrada en Lausana (Suiza), aseguró este lunes el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin.

Churkin habló a los periodistas después de que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas discutiese a puerta cerrada los resultados de esa cita.

El ruso, que actualmente preside el órgano, aseguró que la discusión fue "mucho más pragmática" que las anteriores y dijo que el objetivo de la comunidad internacional es aprovechar el "impulso" de Lausana para restablecer una cese de hostilidades, aumentar el suministro humanitario y avanzar en el proceso político.

El cómo, sin embargo, sigue dividiendo a las potencias, tal y como volvió a quedar hoy claro en Naciones Unidas.

Francia y el Reino Unido insistieron una vez más en que todo pasa por que el gobierno sirio y Rusia dejen de bombardear Aleppo y apostaron por aumentar la presión política sobre ellos hasta lograr que lo hagan.

Entre otros movimientos, varias decenas de países se han unido para llevar el asunto ante la Asamblea General de la ONU, esgrimiendo como argumento la "parálisis" del Consejo de Seguridad, donde los desacuerdos entre Rusia y Occidente han impedido hasta ahora avanzar.

Con ese fin, la Asamblea escuchará este jueves un informe del secretario general, Ban Ki-moon, y de su enviado para Siria, Staffan de Mistura, antes de estudiar nuevos pasos.

"Francia y sus aliados van a mantener y aumentar la presión sobre el régimen y sus aliados", aseguró hoy el representante francés, François Delattre.

Mientras, Churkin defendió que separar a los militantes de Al Nusra de la oposición moderada es la clave.

Según explicó, en Lausana tres países (Arabia Saudí, Catar y Turquía) se comprometieron a trabajar con los grupos de la oposición siria para que se desvinculen del grupo yihadista, algo que también ha prometido EU.

"Si lo hacen, entonces tendremos dos opciones para Al Nusra: o bien dejan la ciudad (...) o bien tendrán que ser derrotados", señaló.

El representante del Kremlin insistió además en que se trata de algo totalmente factible, pues según Occidente en Aleppo oriental hay hasta 11 mil combatientes y solo unos 900 pertenecerían al grupo terrorista, a tenor de datos de la ONU.

Mientras tanto, Rusia no tiene previsto ir más allá de medidas como la pausa humanitaria de ocho horas anunciada hoy, pues considera que cualquier tregua más larga tiene que involucrar también a otras partes y no ser unilateral.

Churkin defendió, en ese sentido, que el último alto el fuego impulsado por Rusia y EU permitió al Frente al Nusra reagruparse.

El grupo, también conocido como Frente para la Conquista del Levante, está considerado una organización terrorista a escala internacional.

Naciones Unidas consideró hoy "positiva" esa pausa anunciada por Rusia, pero aseguró que es insuficiente para poder llevar ayuda a la población.

"Obviamente es necesaria una pausa más larga para que los camiones puedan entrar", dijo el portavoz Stéphane Dujarric sobre el suministro de ayuda humanitaria a los civiles.

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