El pasado 10 de octubre, una niña paseaba a su perro en un parque de Nueva York cuando un hombre con máscara de payaso salió de entre los árboles y comenzó a perseguirla. Este es sólo el episodio más reciente de una ola de avistamientos de payasos tenebrosos que en los últimos meses han sembrado temor en Estados Unidos y desencadenado histeria a nivel mundial.

Con Halloween cerca, los avistamientos de payasos y el miedo que generan no parecen disminuir: escuelas han sido cerradas, se han emitido alertas policiales, ha habido arrestos y hasta la Casa Blanca se ha pronunciado al respecto.

De acuerdo con reportes de testigos, estos payasos ofrecen dulces o dinero a mujeres y niños para atraerlos al interior de vehículos o de zonas boscosas.

En otros casos persiguen a la gente, incluso armados con cuchillos o machetes, pero hasta ahora las autoridades no tienen registradas víctimas, heridos o denuncias por hechos violentos relacionados con estos casos.

Estos payasos, algunos de los cuales usan maquillaje tétrico, han sido vistos en pleno día o a mitad de la noche en bosques, estacionamientos,parques, escuelas y campus universitarios.

Reportes también afirman que se reúnen en cementerios o aparecen en medio de la oscuridad en carreteras poco transitadas.

El fenómeno comenzó en agosto de este año en EU, donde en 39 estados han ocurrido “avistamientos” de payasos, pero en las últimas semanas se han difundido casos similares en Reino Unido, Holanda, Australia, Nueva Zelanda, Canadá y México.

Autoridades en estos países han pedido a la población no alarmarse y advirtieron que se presentarán cargos quienes hagan denuncias falsas y se disfracen para hacer bromas. En Canadá y EU se ha pedido a los padres que no permitan que sus hijos se disfracen de payasos en Halloween.

¿CÓMO EMPEZÓ TODO?

La oleada de avistamientos en EU parece haber comenzado el 21 de agosto en la localidad de Greenville, Carolina del Sur, donde testigos reportaron que un hombre vestido de payaso presuntamente intentaba atraer niños al bosque. Otros niños dijeron que los payasos habían tratado de atraerlos con dinero para llevarlos a una casa junto a un lago. En menos de una semana surgieron casi una docena de reportes en el área.

Unos días después, los payasos comenzaron a 'movilizarse' y surgieron reportes en Carolina del Norte, Kentucky, Alabama, Arizona, Oregon, Chicago y Nueva York.

UN FENÓMENO QUE SE RENUEVA

El avistamiento de payasos no es un suceso nuevo en EU. El primer reporte ocurrió en 1981 en Massachusetts, donde varios niños dijeron que dos payasos en una camioneta negra les ofrecieron dulces. La escuela fue alertada y días después comenzó una ola de avistamientos en todo el país; ninguno fue confirmado.

El fenómeno se repitió en varias ciudades de EU en 1988, 1991, 1992, 1994, 1997, 2008 y 2014. Muchos reportes no fueron confirmados por la policía; los pocos que sí, fueron desestimados como bromas o hechos aislados sin consecuencias graves.

PERO, ¿PORQUÉ LOS PAYASOS PROVOCAN MIEDO?

No es un secreto que los payasos, incluso los de circo, provocan temor entre los niños y no son del agrado de muchos adultos.

El psicólogo Frank T. McAndrew señaló en un artículo en CNN que al ocultar su identidad y tener un comportamiento impredecible, los payasos pueden generar incertidumbre y miedo.

“Hay un estereotipo del payaso desagradable y malo, impulsado por el cine y la TV, desde Pennywise en 'Eso', hasta el Güasón en Batman”, dijo a BBC Mark Griffiths, psicólogo de la Universidad de Nottingham.

Tras la oleada de avistamientos de 1981, Loren Coleman, criptozoologo que estudia el folclor detrás de criaturas míticas como pie grande, acuñó la “Teoría del payaso fantasma”, que explica cómo unos cuantos avistamientos de payasos tratando de atraer niños puede generar histeria colectiva a pesar de que dichos payasos nunca sean hallados. El fenómeno, señala, es reforzado por bromistas que se disfrazan para asustar a la gente.

Coleman dijo al New York Post que en esta ocasión el fenómeno se intensificó gracias a las redes sociales, donde se publican videos, fotos y declaraciones sin contexto. Advirtió que estos avistamientos “en medio de un año especialmente violento y turbulento social y políticamente en EU, con tantas armas disponibles, pueden generar eventos potencialmente peligrosos”.

Benjamin Radford, autor de “Bad Clowns” que explora la coulrofobia (miedo a los payasos), dijo a la revista People que es preocupante que la gente se tome muy en serio estos sucesos y eso lleve a la violencia.

DE LA HISTERIA A LA VIOLENCIA

Con el miedo en aumento, jóvenes universitarios en EU se han organizado para patrullar los campus y 'cazar' payasos. En Carolina del Norte, un hombre con máscara de payaso fue perseguido por un sujeto con un machete. Cientos de personas han preguntado a la policía en Utah si pueden “disparar contra alguien disfrazado de payaso”. En México, han surgido grupos en las redes sociales que invitan a “cazar payasos” y terminar así con las bromas.

Grupos de payasos han rechazado asistir a festivales y desfiles, los que trabajan en eventos infantiles han perdido trabajos y varios dicen haber sido increpados y acosados por la gente en las calles.

En respuesta al miedo, surgió en las redes la campaña #ClownLivesMatter (Las vidas de los payasos importan) que busca evitar los ataques contra payasos. En Tucson, Arizona, se convocó a una marcha 'pro-payasos' para este sábado 15 de octubre. “No somos asesinos locos. Queremos que la gente se sienta segura. Vengan, conozcan a un payaso y reciban un abrazo”, señala el evento.

Randy Christensen, presidente de la Asociación Mundial de Payasos, asegura que ningún verdadero payaso buscaría causar miedo. “Queremos hacer reír a la gente y traer alivio cómico a la vida cotidiana”, dijo a AP.

EN MÉXICO, LLAMAN A "CAZAR PAYASOS"
El fenómeno llegó entre finales de septiembre y principios de octubre a México, donde se han reportado casos en al menos 10 estados.

En Nuevo León, la policía investiga a una presunta banda de payasos asaltantes. En Sonora dos hombres vestidos de payaso y con armas de fuego robaron 12 mil pesos a un grupo de personas.

En Mexicali, Baja California, las autoridades detuvieron a un adolescente con una máscara de payaso y un hacha oxidada. Habitantes de Mérida, en Yucatán, aseguran que un payaso siniestro deambula por las calles, pero la policía no ha comprobado los reportes y ha pedido a la población no alarmarse.

Hasta el momento, el único suceso violento ocurrió en San Luis Potosí, donde un taxista afirma haber sido atacado a tiros por un hombre vestido de negro y con máscara de payaso. Las autoridades ya investigan el hecho.

En medio de la histeria comenzaron a surgir páginas en Facebook que convocan a “cazar payasos” para acabar con las bromas. El gremio de payasos ha expresado su preocupación y abordará el tema en el encuentro latinoamericano en la Ciudad de México.

¿UN TRUCO PUBLICITARIO?

Ante los señalamientos de que la ola de payasos tétricos coincide con el remake de la película “Eso”, estrenada por primera vez en 1990, la productora New Line Cinema ha negado cualquier participación.

Incluso, Stephen King, autor de la novela “Eso” (publicada en 1986) ha buscado desmarcarse y publicó en Twitter: “Hey, es el momento de enfriarla histeria de los payasos: la mayoría son buenos, alegran a los niños y hacen reír a las personas”. Ante toda esta situación, de momento los payasos no provocan risa, sino pánico en varios países.

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