El presidente de Turquía, el islamista Recep Tayyip Erdogan, anunció hoy que la ofensiva turca en el norte de Siria seguirá hasta que se haya eliminado cualquier amenaza para los ciudadanos de su país.


"Turquía está decidida de tomar los pases necesario para la seguridad de sus ciudadanos, tanto dentro del país como en los países vecinos donde organizaciones terroristas se han refugiado, sin hacer ningún tipo de diferenciación entre grupos terroristas", manifestó Erdogan, según las emisoras locales.


"La operación de Yarábulus que comenzó el 24 de agosto en cooperación con la coalición internacional (contra el Estado Islámico) es un reflejo de nuestro determinación", señaló el presidente en su discurso con motivo del "Día de la Victoria", con el que se conmemora mañana, martes, el final de la guerra de independencia de Turquía en 1922.


Las fuerzas apoyadas por Turquía penetraron hoy más en el norte de Siria, lo que causó por primera vez criticas abiertas de Estados Unidos, aliado de Ankara en la OTAN.


El Departamento de Defensa de Estados Unidos calificó hoy como "inaceptables" y motivo de "gran preocupación" los combates entre facciones del Ejército Libre Sirio (ELS), apoyadas por Ankara, y las milicias kurdas, que reciben cobertura aérea de Washington.


"Las operaciones seguirán hasta que las organizaciones terroristas Dáesh (el acrónimo árabe del Estado Islámico), PKK y su filial siria YPG no sean una amenaza para nuestros ciudadanos", respondió Erdogan a estas críticas.


Por otra parte, el Estado Mayor del Ejército turco señaló este lunes que desde el inicio de su ofensiva en el norte de Siria ha "limpiado" unos 400 kilómetros cuadrados de "elementos terroristas", en alusión a las milicias sirio kurdas YPG.


En un comunicado emitido hoy, la cúpula militar turca precisó que ha efectuado unos 60 disparos de artillería, alcanzado una veintena de objetivos.


Ankara exige desde hace varios días que los militantes de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG) se retiren a la ribera este del río Éufrates, para evitar así que los kurdos formen un corredor contiguo a lo largo de la frontera entre Turquía y Siria.


El ejército turco agrega en su nota que está "tomando todas las medidas y mostrando un máximo se sensibilidad" para evitar que civiles se vean afectados por sus bombardeos.


El Observatorio de Derechos Humanos de Siria denunció el domingo que al menos 35 civiles sirios habían muerto en dos bombardeos turcos.


Por otra parte, el ejército turco destacó que sus fuerzas han bombardeado también posiciones del proscrito Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla turco-kurdas, en la región de Gara, en el norte de Irak, sin precisar los objetivos ni el éxito de los ataques.


El comunicado se emitió poco antes de que impactaran tres proyectiles, disparados desde el norte de Siria, en la ciudad de Kilis, en el extremo sur de Turquía.


Tres personas resultaron heridas y fueron hospitalizadas, aunque sus heridos no son de gravedad, informó la emisora CNNTürk.

jlcg

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