Para Europa, un rostro de estabilidad

Bruselas.— Aunque no es una personalidad que arranque pasiones entre los europeos, como sigue siendo el caso del presidente Barack Obama, en Europa entusiasma la posible llegada de Hillary Clinton a la Casa Blanca, asegura Bart Kerremans, profesor de Estudios Americanos en la Universidad de Lovaina, Bélgica.

“Hay simpatía por ella entre los europeos, particularmente entre las mujeres, quienes ven en ella la oportunidad de contar por primera vez con una mujer presidenta en EU. También goza del afecto de los jóvenes”, dice en entrevista con EL UNIVERSAL. Aun así, reconoce que Hillary “no entusiasma a los europeos como ocurrió con Obama, quien es muy carismático. Clinton no lo es: no enciende pasiones como él”.

Sostiene que la clase política europea encuentra en la aspirante demócrata al aliado ideal en Washington para afrontar retos compartidos, como el cambio climático, la lucha contra el terrorismo, la inestabilidad en Medio Oriente y en la frontera este de Ucrania. “Entre los líderes europeos Hillary es una mujer altamente respetada y eso la va a beneficiar cuando llegue a la Casa Blanca”, destaca.

En cuanto a las relaciones bilaterales, prevé que Europa vuelva a ser una prioridad para Estados Unidos. Clinton conoce el viejo continente, lo comprende y es sensible a sus problemas. Además, desde que fue primera dama de EU (1993-2001) ha construido en esta parte del mundo una extensa red de contactos al más alto nivel.

“Con Clinton habrá confianza y estabilidad. Los líderes políticos esperan que no sólo dé continuidad a las políticas emprendidas hacia Europa por Obama, sino que las intensifique. Concretamente, en el contexto de los escenarios que se viven en Ucrania y en el este de Europa, resultado de las políticas dictadas por [el presidente ruso Vladimir] Putin”, explica.

“Siendo una atlantista comprometida, la OTAN se verá beneficiada con un fortalecimiento del pacto estratégico militar en Europa. Los europeos pueden confiar en que EU continuará siendo la piedra angular de la seguridad en Europa, porque Clinton será un socio mucho más confiable en la OTAN que Obama”, dice. “Clinton se comprometerá más, las relaciones [con EU] serán más intensas”, declara.

Aunque las relaciones no serán del todo armoniosas. Para la administración Obama es una prioridad la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés), mientras que para Clinton no.

“De llegar Clinton o Trump a la presidencia, ambos tendrán algo en común, operarán en un contexto de gran escepticismo hacia los acuerdos de libre comercio”. Kerremans destaca que Clinton tiene la gran cualidad de sentir las sensibilidades y los intereses de Europa, Asia y otras partes del mundo. “Las debilidades vendrán de la situación doméstica. En la era Clinton los casos legales siguieron unos a otros”, dice.