Al menos 31 supuestos miembros de una red internacional de trata de personas fueron detenidos en cinco países de Centroamérica en el marco de una operación simultánea apoyada por EU, Brasil, Colombia y México, informaron hoy fuentes judiciales.


Casi todas las detenciones se produjeron este martes en Guatemala, Panamá, Costa Rica, Honduras y El Salvador, en el marco de la llamada operación "Mesoamérica", que involucró más de un año de investigaciones.

En Guatemala fueron arrestadas 9 personas; otras 7 en Panamá, 3 en Honduras; 2 en Costa Rica y 1 en El Salvador.

Las autoridades costarricenses señalaron que en diciembre y en febrero pasados ya habían detenido a 6 integrantes de la red.

En Honduras se informó que durante la última semana fueron detenidos tres empleados del Instituto Nacional de Migración supuestamente vinculados al grupo criminal, y que se busca a otras personas relacionadas con la banda.

"Esta es la operación más importante que se ha realizado en el continente contra la trata de personas. Fue una operación contra la parte de la organización criminal que opera en la región mesoamericana", afirmó este martes en San José el fiscal general de Costa Rica, Jorge Chavarría.

Las autoridades costarricenses indicaron en una rueda de prensa en San José que la operación desarrollada en Centroamérica contó con el apoyo de Brasil, Colombia, México y Estados Unidos.

La secretaria general del Ministerio Público (MP-Fiscalía) de Guatemala, Mayra Véliz, dijo en una rueda de prensa en la capital guatemalteca que las pesquisas del caso comenzaron tras una denuncia de la Embajada de Estados Unidos.

Indicó que las autoridades cuentan con más de 25 mil escuchas y otros documentos que evidencian que los traficantes cobraban entre siete mil y 25 mil dólares a cada inmigrante.

Las fuentes judiciales centroamericanas explicaron que según la investigación, la red internacional reunía migrantes africanos y asiáticos en Dubai, donde les conseguían documentación para viajar por aire a Brasil.

Desde suelo brasileño proseguían la travesía por tierra, mar y aire a través de Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Honduras Guatemala, México, hasta llegar a Estados Unidos, su destino final.


Centroamérica sirve de puente para miles de migrantes ilegales que buscan llegar a Estados Unidos. Actualmente Nicaragua, Costa Rica y Panamá mantienen sus fronteras cerradas debido a la avalancha de cubanos y africanos que han llegado al istmo en los últimos meses en su tránsito hacia el país norteamericano.

Desde abril pasado a Costa Rica han ingresado cerca de dos mil 500 migrantes africanos y asiáticos indocumentados, lo que ha obligado al Gobierno a abrir centros de atención humanitaria en las fronteras con Panamá y Nicaragua.

A estos migrantes, Costa Rica les abre expedientes migratorios, pero ante la falta de documentos es muy difícil precisar sus identidades y nacionalidades, por lo que los procesos de deportación son prácticamente imposibles.


La mayoría de estos migrantes ha recibido permiso para circular en el país, ya que al no haber cometido delito alguno las autoridades nos los pueden mantener detenidos.

cfe

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