El oficialista Daniel Scioli se perfilaba como el candidato más votado el domingo en las primarias presidenciales de Argentina, según los sondeos de boca de urna difundidos por medios de prensa.

El segundo más votado era el conservador Mauricio Macri, principal dirigente de la oposición, y el tercero el peronista disidente Sergio Massa.

No se difunden porcentajes porque la ley electoral sólo lo permite tres horas después del cierre de los comicios.

Los primeros resultados oficiales están previstos para las 22 hora local (0100 GMT).

Las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias son para todas las fuerzas políticas presenten o no más de un candidato y funcionan como una suerte de gran encuesta electoral previa a las presidenciales del 25 de octubre, en las que se definirá la continuidad del peronismo de centroizquierda que ha gobernado en los últimos doce años.

Más de 32 millones de personas estaban habilitadas a votar en estas primarias en las que también se elige a candidatos a diputados y senadores nacionales, representantes ante el parlamento de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y postulantes a cargos locales en seis distritos.

Se estima que la participación no superaría el 70%, debido en parte a las inundaciones de los últimos días en la provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral, y el hecho de que en algunas ciudades, como la capital argentina, las lluvias persistían.

Macri ha denunciado irregularidades en la votación, aunque la autoridad electoral no ha recibido denuncias formales.

Scioli, gobernador de la provincia de Buenos Aires y ex vicepresidente, es el candidato del Frente para la Victoria (kirchnerismo) , el partido de la presidenta Cristina Fernández. Ha elogiado las políticas de la mandataria, pero también ha prometido mantener las políticas sociales del kirchnerismo y avanzar sobre reformas cuando sean necesarias. Además, muestra una actitud más conciliadora en el ámbito de las relaciones internacionales.

El gobernador es el único precandidato a la presidencia por el oficialismo.

Macri, alcalde saliente de Buenos Aires y ex presidente del club de fútbol Boca Juniors, ha prometido profundas reformas con el fin de atraer inversiones privadas, y se comprometió a levantar las restricciones para la compra de dólares, una promesa que el gobierno y algunos economistas tachan de poco realista.

Si se confirma la tendencia, Macri se impondrá como el candidato presidencial en el frente opositor Cambiemos, que también conforman los centristas Ernesto Sanz y Elisa Carrió.

Massa, que ocupó cargos electos y de gobierno durante el primer mandato de Fernández, se presenta por su cuenta y promete medidas contra la inseguridad y encarcelar a los políticos corruptos. En la primaria compite contra el gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota, también del peronismo disidente.

La Constitución impide a Fernández presentarse a un tercer mandato consecutivo.

También el domingo se eligen los candidatos a varios puestos de gobernador y en el Congreso. Sólo los candidatos con al menos un 1,5% de los votos en sus carreras electorales pueden proseguir su campaña a las elecciones, lo que en la práctica elimina a muchos candidatos minoritarios.

Las primarias llegan en un problema de diversas dificultades económicas para el país. Los analistas independientes estiman la inflación en torno los 25% y el peso argentino ha sufrido una brusca caída ante el dólar en los últimos meses. Una larga disputa con un grupo de fondos de inversión estadounidenses mantiene a los inversores extranjeros a distancia.

El margen entre Scioli y Macri será clave, según los analistas políticos. Si Scioli gana por un margen significativo, su campaña se vería encarrilada hacia la victoria en los comicios de octubre, en los que necesita al menos un 45% de votos para evitar una segunda vuelta o el 40 por ciento y una diferencia de diez puntos sobre su rival más cercano.

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