James Holmes será sentenciado a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional después de que un jurado no pudo ponerse de acuerdo el viernes sobre si debería ser condenado a muerte por la masacre que provocó en un cine de Colorado.

Las nueve mujeres y tres hombres del jurado dijeron que no pudieron llegar a un veredicto unánime en cada uno de los 24 cargos de homicidio. Eso elimina automáticamente la pena capital para el neurocientífico fallido, cuya defensa argumentó que mató a 12 personas debido a que está enfermo de la mente.

Los fiscales argumentaron que Holmes merecía morir porque planeó metódicamente el ataque de 2012 en una presentación a medianoche de una película de Batman, e incluso escuchaba música techno en audífonos para no oír a sus víctimas gritar.

El veredicto fue una sorpresa. El mismo jurado había rechazado el argumento de la defensa sobre su enfermedad mental, ya que consideró que Holmes era capaz de distinguir el bien y el mal cuando mató a 12 personas e intentó asesinar a otras 70. El jurado además determinó rápidamente que la atrocidad de los crímenes de Holmes tenía más peso que su enfermedad mental, en un paso previo que lo acercó más hacia una decisión de pena de muerte.

La defensa argumentó que su esquizofrenia condujo a un colapso psicótico, y que delirios poderosos lo llevaron a realizar una de las balaceras masivas más mortíferas en la historia de la nación. Al menos un miembro del jurado estuvo de acuerdo: un veredicto de muerte debe ser unánime.

El jurado deliberó unas seis horas y media en un período de dos días antes de decidir la sentencia de Holmes.

Sus integrantes llegaron a su decisión después de que el juez les concedió su solicitud presentada el viernes temprano de volver a observar un video de la escena del crimen tomado inmediatamente después de la masacre. La grabación de 45 minutos, la cual fue transmitida durante el juicio, muestra 10 cadáveres que yacen entre casquillos de bala, palomitas de maíz y sangre.

Nunca hubo duda durante el penoso juicio de cuatro meses de que Holmes fue el asesino. Él se entregó dócilmente afuera de la sala de cine, donde la policía lo encontró vestido de pies a cabeza con equipo de combate.

El juicio se enfocó en la pregunta sobre si una persona con enfermedad mental debe ser declarada moral y legalmente culpable de un acto de violencia abominable.

Al jurado sólo le llevó unas 12 horas de deliberaciones para decidir la primera parte: rechazó la defensa de Holmes por locura y lo declaró culpable de 165 cargos por delito mayor.

Entonces la defensa reconoció su culpabilidad, pero durante la fase de sentencia insistió que sus crímenes fueron ocasionados por el colapso psicótico de un hombre joven mentalmente enfermo, con lo que buscaron reducir su culpabilidad y hacer que una sentencia de cadena perpetua fuera apropiada.

El jurado tomó su decisión final después de días de afligidos testimonios de familiares de las víctimas.

ahd

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