Guatemala.— Sectores guatemaltecos sin bandera política exigieron ayer, durante una multitudinaria y ensordecedora marcha, la renuncia inmediata de Otto Pérez Molina, a quien dijeron desconocer como presidente, y que sea sometido a la justicia por su supuesta implicación en un sonado caso de corrupción.

Llegados al Centro Histórico de la capital guatemalteca desde diferentes puntos del país, adultos, estudiantes, empresarios, comerciantes, campesinos, indígenas y maestros, entre otros, pidieron a una sola voz la salida del gobernante. “Yo no tengo presidente, lo despido por delincuente”, decía el cartel de Ayner Pérez, un estudiante de agronomía que, junto a otros 18 compañeros, viajó desde el departamento de San Marcos, 252 kilómetros al suroeste de la capital.

“¡Renuncie ya!”, gritaban los manifestantes mientras agitaban banderas y hacían sonar a todo pulmón las vuvuzelas frente al Palacio Nacional de la Cultura, donde funcionan el Ministerio de la Cultura y la Secretaría de Comunicación de la Presidencia, que permanecieron cerrados ayer.

El Congreso ya integró la comisión que analizará y recomendará si retirar o no la inmunidad a Pérez Molina para que sea investigado por su supuesta implicación en una millonaria red de corrupción aduanera conocida como “La Línea”, un caso por el cual está presa y a la espera de saber si será enjuiciada la ex vicepresidenta de Guatemala, Roxana Baldetti. La comisión está conformada por los diputados oficialistas Mario Linares y Gloria Sánchez: Jorge Barrios Falla y Sergio Celis del partido Líder, vinculado al oficialismo, y Nineth Montenegro, del opositor Encuentro por Guatemala.

A la presión para que Pérez Molina renuncie, cuando faltan menos de dos semanas para las elecciones generales, se sumaron la Procuraduría General de la Nación (PGN) y la Contraloría General de Cuentas.

Ambos organismos han pedido la dimisión del presidente, cuyo mandato de cuatro años termina el 14 de enero por orden constitucional, para evitar la “ingobernabilidad”.

Además, la poderosa cúpula empresarial aglutinada en el Comité de Asociaciones Comerciales, Industriales y Financieras (Cacif) pidió a sus miembros dar facilidades para apoyar la manifestación contra la corrupción, en la que participaron alrededor de 30 mil personas. Más de un centenar de empresas, incluyendo McDonald’s y Domino’s Pizza, suspendieron labores y en unos 500 establecimientos escolares no hubo clases.

“La población está enardecida porque no soporta más la corrupción, el presidente debe renunciar porque no es conveniente que siga en el poder”, dijo a EFE la procuradora adjunta de Derechos Humanos, Hilda Morales.

El partido opositor Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) presentó una iniciativa para evitar que Otto Pérez salga del país hasta que se esclarezca su implicación en el hecho delictivo del que se le señala. Agencias

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