Miles de trabajadores de Petrobras realizaron ayer una huelga de 24 horas en contra de los recortes y venta de activos de la petrolera, con los que el gobierno busca reducir las pérdidas de la estatal brasileña, cuyas acciones bursátiles no frenan su caída.

Más de 72 mil de los 86 mil empleados con los que cuenta la empresa en todo el país y agrupados en la Federación Única de Petroleros (FUP) se plegaron a las medidas de fuerza para tratar de torcerle el brazo al gobierno de Dilma Rousseff, que intenta recortar gastos y vender activos por 15 mil 100 millones de dólares. Sin embargo, la petrolera dijo estar trabajando normalmente.

La huelga se suma a una fuerte pérdida de las acciones de la empresa tanto en Brasil como en la Bolsa de Buenos Aires, y los nubarrones que se ciñen sobre el horizonte de la administración Rousseff, cuyo gobierno tiene la aprobación de apenas 7% de los brasileños.

En medio del escándalo por los desvíos de fondos de la empresa durante varios años, y que ha derivado en el envío a prisión de políticos y a empresarios brasileños, la empresa, creada en 1953 bajo la presidencia de Getulio Vargas, atraviesa la peor coyuntura de toda su historia, con un plan a cinco años en inversiones por 221 mil millones de dólares y un abultado pasivo de 130 mil millones de dólares.

“Desde que comenzó el escándalo del Lava Jato —lavado de autos, como se conoce a la investigación de corrupción y desvíos—, sumado a la caída de los precios del petróleo y la mala administración de la empresa, las acciones de Petrobras cayeron 35%. La imagen de la firma no es otra que la del gobierno”, explicó el analista Antonio De Souza.

El proyecto contra el que se movilizan los trabajadores de Petrobras es el del senador y ex candidato presidencial José Serra, del Partido Socialdemócrata Brasileño (PSDB), para que la empresa se retire de la operación de los campos de Pre-Sal, en alta mar.

La huelga afectó a refinerías y operaciones en la costa y costa afuera. Los huelguistas rechazan la venta de activos de la empresa, que servirán para pagar una deuda de alrededor de 120 mil millones de dólares.

Si bien la huelga no logró detener la producción de los pozos y las destilerías, Bahía, Sergipe, Pernambuco, Espíritu Santo, Río De Janeiro y Sao Paulo, han sido los estados donde la medida se sintió con más intensidad.

En Río Grande do Sul, grupos de trabajadores apostados en las entradas de los centros de distribución impidieron el ingreso de trabajadores a sus puestos de servicio. “Esta huelga es una alerta contra la venta de activos que no es otra cosa que el inicio de la privatización”, opinó el presidente del Sindicato de los Petroleros de Sao José Dos Capos, José Ademir Da Silva.

“El gobierno no para de sumar problemas. A la caída de la producción de la actividad industrial, principalmente los autos, ahora se agrega la crisis en Petrobras, en un contexto económico y político por demás difícil”, señaló la economista María Antonia Marantes.

Cargos formales. Ayer mismo, fiscales brasileños presentaron cargos formales contra Marcelo Odebrecht, jefe de Odebrecht, la mayor empresa de ingeniería de América Latina; Otavio Marques Azevedo, presidente ejecutivo de Andrade Gutiérrez y otras 20 personas. Los ejecutivos fueron acusados de corrupción, lavado de dinero y conspiración criminal por su supuesta participación en la trama de corrupción en negocios con Petrobras. Los fiscales buscarán que Odebrecht devuelva el equivalente a 2 mil millones de dólares. Con información de Reuters

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