El intenso año electoral que se vive en Argentina, ha generado la invasión de propaganda en calles, paredes y postes, cuyos espacios se disputan los candidatos.

En algunos casos, los argentinos tendrán que votar hasta cinco veces; por ejemplo, en Buenos Aires, los capitalinos ya votaron el pasado 26 de abril en las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en las que se definieron a los candidatos a jefe de Gobierno.

Luego, tuvieron que volver a las urnas el 5 de julio para votar en la primera vuelta de la elección de jefe de Gobierno, y regresarán nuevamente el próximo domingo, para la segunda vuelta.

Los capitalinos continuarán asistiendo a los centros de votación el próximo 9 de agosto, día en que se realizarán las PASO para elegir a los candidatos a Presidente, y el 25 de octubre a los comicios generales, con lo que se habrán completado cinco elecciones a lo largo del año.

Si el 25 de octubre ningún candidato obtiene por lo menos el 45 % de los votos, entonces los votantes tendrán que regresar a emitir su sufragio en la segunda vuelta, prevista para el 25 de noviembre.

La competencia incluye, además, a cientos de candidatos a senadores, diputados, gobernadores y parlamentarios de la Unión de Naciones Sudamericanas, lo que ha desatado una disputa por el espacio que hay en las calles para pegar propaganda.

También ya es visible en la ciudad la apertura de locales partidarios, en particular de Unidos y Organizados, afines a la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y del PRO, el partido derechista que postula a Mauricio Macri para Presidente.

Las casas de campaña de promoción de voto también identifican al PRO, cuyo color de identificación es el amarillo que colorea tanto los actos partidarios como las dependencias oficiales de la capital, misma que gobierna desde 2007.

El Frente de Izquierda, que postula a Jorge Altamira, ha colgado mantas en pleno centro de la ciudad, incluso tapando los que ya habían colocado otras fuerzas políticas.

Daniel Scioli, el candidato presidencial del kirchnerismo, ya comenzó a colocar afiches en los que va acompañado por el apellido de su vicepresidente, Carlos Zannini, con la breve leyenda “para la victoria” .

Una de las apuestas de Scioli para ganar votos es colocar fotos con la Presidenta, quien cuenta con altos niveles de popularidad, pese a que está por terminar ocho años de gestión ininterrumpida.

Martín Lousteau, candidato a jefe de gobierno de Buenos Aires, tiene empapelada la ciudad con propaganda en la que agradece los votos recibidos en la primera vuelta y asegura que si le ratifican su apoyo, “ganamos todos” .

El candidato presidencial Sergio Massa, en tanto, se limita a mostrarse vestido de traje con la leyenda “El cambio justo” , aunque va en un lejano tercer lugar en las encuestas, con apenas el 10 % de los votos.

La competencia entre los partidos por los espacios en la vía pública se traduce, también, en la “desaparición” de afiches que son pegados una mañana, pero a la tarde ya están destrozados.

En los postes de las principales avenidas, por ejemplo, destaca el amontonamiento de carteles de varios partidos, sin que ya ninguno sea legible, aunque la pelea continuará y se intensificará durante los próximos tres meses, hasta que se realicen las presidenciales.

jlcg

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