La directora de la Oficina de Administración de Personal del gobierno federal de Estados Unidos presentó su dimisión el viernes, cediendo a la presión para que renunciara al cargo tras el bochornoso robo de números de Seguro Social de más de 21 millones de personas y otra información delicada luego que piratas cibernéticos entraron clandestinamente a sistemas de cómputo bajo el cuidado de la funcionaria.

La jefa de esa dependencia, Katherine Archuleta, presentó su renuncia al presidente Barack Obama, informó la Casa Blanca. La subdirectora de la misma dependencia, Beth Cobert, asumirá el cargo de directora en funciones a partir del sábado.

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que Archuleta ofreció su renuncia "por voluntad propia" y que no fue despedida. Al mismo tiempo, dijo que la Oficina de Administración de Personal les sigue debiendo a los ciudadanos afectados por el ciberataque "información adicional" sobre la filtración y cómo protegerse.

"Es muy claro que se necesitaba con urgencia un nuevo liderazgo, con un conjunto de habilidades y experiencias que son únicas ante los desafíos urgentes que enfrenta la OPM" , dijo Earnest usando las siglas en inglés de la oficina.

Los pedidos para que Archuleta fuera reemplazada se intensificaron después de que el gobierno de Obama reveló que los piratas informáticos robaron información personal de más de 21 millones de personas, casi cuatro veces más de lo revelado anteriormente. La primera vez que el gobierno divulgó el ciberataque este año había dicho que se vieron afectadas 4,2 millones de personas.

Miembros del Congreso de ambos partidos habían exigido la renuncia de Archuleta.

El jueves, Archuleta rechazó esas demandas al decirle a los periodistas que no tenía intención de irse y que estaba "comprometida con el trabajo" que estaba haciendo. Sin embargo, su permanencia en la agencia parecía insostenible, pues proliferaron los pedidos de legisladores para que dimitiera.

Para el viernes por la mañana, Archuleta le dijo a Obama que sentía que debía renunciar, informó la Casa Blanca. Archuleta no hizo referencia directa al robo de datos en un comunicado que ella emitió con el anuncio de su dimisión. Ella solo dijo que creía que lo mejor era permitir que la agencia "avanzara ante los desafíos actuales" .

Además de los números de Seguro Social, los hackers también robaron los antecedentes delictivos de las personas, historiales financieros, de salud, laborales y de residencia, así como datos sobre sus familiares y conocidos.

Numerosos legisladores que han sido informados sobre la investigación federal han dicho enfáticamente que el gobierno de China fue el responsable de la intrusión. Los investigadores dijeron anteriormente a The Associated Press que el gobierno de Estados Unidos cree cada vez más que el gobierno de China —no hackers particulares— fue el responsable.

ahd

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