Manifestantes se enfrentaron este sábado a la policía en la ciudad turística alemana de Garmisch-Partenkirchen en medio de una masiva protesta en rechazo a la reunión de los líderes del Grupo de los Siete países más industrializados del mundo (G-7), que empieza el domingo en un lujoso complejo hotelero cercano.

La policía respondió arrojando gas pimienta cuando un grupo de manifestantes intentó romper un cordón de contención. Se produjeron escaramuzas y al menos un manifestante fue evacuado del lugar por paramédicos.

La policía estimó la multitud en tres mil 600 personas, mientras que los organizadores calcularon unos cuatro mil 500. Los agentes superaban masivamente en número a los manifestantes en la pintoresca ex sede de los Juegos Olímpicos de Invierno ubicada a los pies de la montaña Zugspitze, las más alta de Alemania.

Tocando tambores y panderetas, los asistentes a la marcha gritaban "ladrillo a ladrillo, muralla a muralla detengan al G-7 y hagan caer al sistema" .

También portaban pancartas en las que se leía: "Luchen contra el G-7 por la revolución" y "¡G-7 vete al infierno! Me gusta Putin".

"Estoy protestando porque las grandes corporaciones financieras tienen mucha influencia en la política", dijo Thomas Schmidbauer, de 50 años y oriundo de Sindlsdorf en Baviera, vestido con los pantalones cortos tradicionales de los bávaros.

"No se está abordando la pobreza. Es injusto. Podríamos organizar nuestras economías mucho mejor para la gente", agregó.

Tom Klappert, un estudiante de Medicina de 31 años, dijo que "es inaceptable que estén gastando tanto dinero en una conferencia cuando muchos refugiados y otras personas están muriendo de hambre todos los días" , agregó.

Unos 17 mil policías alemanes se desplegaron cerca del lugar donde se celebrará la cumbre en los Alpes bávaros y otros dos mil policías austriacos se ubicaron cerca de la frontera común.

La canciller alemana, Angela Merkel, recibirá a los líderes de Gran Bretaña, Canadá, Francia, Italia, Japón, Estados Unidos y la Unión Europea el domingo para una reunión que se centraría en temas como el cambio climático, la lucha contra las pandemias, la tensión en Oriente Medio y el resurgimiento de la violencia en Ucrania.

En el encuentro también discutirían sobre la recuperación económica global y funcionarios dijeron que el estancamiento por la crisis de deuda griega entre Atenas y sus acreedores del FMI y la zona euro, que está pesando en los mercados financieros, figuraría en el marco del evento.

Se trata de la segunda cumbre de naciones industrializadas que excluye a Rusia, que fue descartada del G-8 tras la anexión de la región ucraniana de Crimea el año pasado.

Rainer Lipfert, de 71 años, que llevaba una camiseta roja que decía "simpatizante de Putin", dijo que la exclusión del presidente ruso, Vladimir Putin, sólo escalaría el conflicto.

"Estamos viendo el inicio de una Guerra Fría ahora con ambas partes agitando sus sables", dijo.

Merkel conversó con el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, antes de la cumbre del G-7 y llamaron a todas las partes a respetar un cese al fuego en el este de Ucrania tras el reciente estallido de violencia del que, según observadores europeos, serían responsables separatistas respaldados por Rusia, dijo una portavoz del gobierno.

ahd

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