Bruselas .— Los líderes de la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) iniciaron ayer en Bruselas una cumbre de dos días para incrementar su peso en el mundo y con la intención de aproximar posiciones en retos globales.
“Queremos fortalecer los lazos de nuestra asociación duradera, basada en objetivos comunes y el respeto mutuo. Me alegra ver que las diferencias que nos separaban en el pasado se han ido disipando y nuestras naciones se han ido acercando”, declaró el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, en la sesión inaugural de la cumbre, que reúne a delegaciones de 61 países.
“En ambos lados del Atlántico creemos en la primacía de la ley internacional, la democracia y la autodeterminación de los pueblos, defendemos la vigencia de los derechos humanos y al Estado como garante de los mismos”, indicó por su parte el otro copresidente de esta cumbre, el mandatario ecuatoriano Rafael Correa, cuyo país tiene este año la presidencia pro témpore de la CELAC.  En este marco, Correa pidió, en nombre de la CELAC, la derogación de la orden ejecutiva de Estados Unidos que impone sanciones a Venezuela.
La primera jornada de la cumbre estuvo compuesta de dos sesiones de trabajo, sobre la asociación birregional y sobre cómo afrontar los retos globales. “La UE y la CELAC representamos un tercio de los asientos de la ONU, tenemos unos vínculos fuertes; hay que utilizarlos de forma política”, indicó la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini.
En su intervención ante los líderes, Correa planteó cinco ejes de trabajo para la UE y la CELAC de aquí al 2020: luchar contra la pobreza extrema y la inequidad; impulsar la educación, ciencia y tecnología; el ambiente y el  (combate al) cambio climático; la financiación al desarrollo, y potenciar el rol como bloque de la CELAC  y la UE.
“La erradicación de la pobreza es un imperativo moral para el planeta”, enfatizó Correa. Los acuerdos de libre comercio también tienen un papel destacado en esta cumbre, aunque la negociación con el Mercosur sigue estancada. “Brasil y el Mercosur están en condiciones de presentarle sus ofertas comerciales a la UE en los próximos días o meses”, dijo la presidenta brasileña, Dilma Rousseff. 
Al margen del debate sobre cómo impulsar más la asociación estratégica entre las dos regiones, otros asuntos nacionales destacan en la agenda de la cumbre, como la apertura de Cuba, el proceso de paz en Colombia y la situación en Venezuela, país que en el último momento elevó su nivel de representación en la reunión con el envío de su vicepresidente, Jorge Arreaza.
Sobre Colombia, Tusk anunció la creación por parte de la UE de un fondo fiduciario para apuntalar el periodo postconflicto cuando se logre un acuerdo de paz con las FARC, mientras que sobre Cuba aseguró que apoyan su “proceso de modernización” y que “estamos comprometidos con concluir” la negociación de un acuerdo de diálogo político y negociación. 
Además, el político polaco afirmó que la UE espera “la total normalización de las relaciones cubanas con EU y el fin del embargo” impuesto por Washington a la isla.
“Celebramos el triunfo de la dignidad y soberanía del pueblo cubano y el proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre EU y Cuba”, dijo por su parte Correa ante el plenario, e incidió en que “aún queda por extirpar el inhumano e ilegal bloqueo y la devolución del territorio ocupado de Guantánamo, uno de los resabios de colonialismo en nuestra América”. 
Correa se refirió también al caso de la reestructuración de la deuda en Argentina y exigió que se respete el derecho soberano de los países, en referencia a las que considera “inaceptables”  decisiones del juez de Nueva York Thomas Griesa sobre los llamados “fondo buitre”, que reclaman a Buenos Aires el pago de una deuda millonaria.  Agencias

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