Ciudad del Vaticano.— El papa Francisco, un reconocido amante del futbol, exhibió ayer su gusto por el basquetbol y tuvo instructores de lujo: los Harlem Globetrotters.

El famoso grupo que realiza exhibiciones de basquetbol se reunió con el papa argentino en su audiencia general semanal en la Plaza de San Pedro.

Los Globetrotters entregaron al papa una camiseta enmarcada con el número 90 y el nombre “Pope Francis”, y le pidieron que jugara con ellos.

El jugador Herbert 'Flight Time' Lang agarró una pelota roja, blanca y azul y la hizo girar sobre un dedo, y luego tomó el índice derecho del papa y dejó que el pontífice intentara el truco. Los Globetrotters realizan una gira por Italia.

Francisco es conocido como un ferviente hincha del futbol, especialmente del club San Lorenzo de Argentina, y en varias ocasiones se ha reunido con futbolistas como Lionel Messi y Diego Maradona.

Por otro lado, ayer se reportó que el Papa permanecerá sólo cuatro horas en la ciudad de La Paz, situada a 3 mil 600 metros de altitud, por recomendación médica, informó un vocero de la Conferencia Episcopal de Bolivia.

Francisco llegará al aeropuerto de El Alto, situado a 4 mil 100 metros de altura, a las 16:15 horas local (20:15 GMT) del miércoles 8 de julio procedente de Ecuador.

En La Paz visitará el sitio donde fue hallado el cuerpo del sacerdote jesuita Luis Espinal, asesinado en marzo de 1980, en la antesala del golpe de Estado que encumbró al general Luis García Meza a la presidencia. Luego irá a la sede de la Nunciatura que está en el barrio paceño de San Jorge.

También se programó una reunión privada con el presidente boliviano, Evo Morales, en el Palacio Quemado de La Paz. El último acto en la sede del gobierno de Bolivia será un encuentro con religiosos en la Catedral Metropolitana.

El Papa también visitará Santa Cruz de la Sierra, donde se reunirá con jóvenes y representantes de pueblos indígenas y movimientos sociales.

El Vaticano anunció la canonización del fraile franciscano español Junípero Serra, conocido por su evangelización de California en el siglo XVIII y controvertido por los supuestos crímenes coloniales que le atribuyen grupos de indígenas estadounidenses.

La decisión fue tomada por el papa Francisco en una reunión con el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Angelo Amato, y se esperaba desde hacía tiempo.

El papa Juan Pablo II lo beatificó en 1988 y Francisco anunció su intención de canonizarlo el pasado enero. Entonces dijo que presidiría personalmente la misa de canonización durante una visita prevista para el 23 de septiembre a Washington, en el marco de un viaje que lo llevará a Cuba y Estados Unidos.

El sábado, el pontífice dijo que el fraile había “defendido a los indígenas de los abusos de los colonizadores”.

Serra nació en Mallorca en 1713 y murió en México en 1784. Fue fundador de las primeras nueve misiones católicas en el territorio de la actual California.

Activistas que defienden los derechos de los nativos lo consideran cómplice de las brutalidades cometidas durante la colonización española, acusaciones que la Iglesia católica rechaza tajantemente. Agencias

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