La policía malasia localizó ayer varias fosas comunes en más de una docena de campamentos abandonados por traficantes de personas cerca de la frontera con Tailandia, donde se ha retenido a migrantes de etnia rohingya, en la misma jornada en la que el papa Francisco pidió ayuda para los migrantes en el sudeste asiático.

El hallazgo se produjo después de un descubrimiento similar este mes en Tailandia, donde la policía desenterró al menos 33 cuerpos de tumbas poco profundas en su lado de la frontera.

Los macabros descubrimientos arrojan nueva luz sobre la red oculta de campamentos gestionados en la selva por contrabandistas que durante años retuvieron a incontables migrantes mientras extorsionaban a sus familias.

Los migrantes y refugiados víctimas de los traficantes proceden de Myanmar y Bangladesh, en el marco de una oleada de personas que huyen su país con la esperanza de llegar a países como Malasia, donde esperan encontrar trabajo y una vida mejor.

Más de 3,600 personas —en torno a la mitad bengalíes y el resto musulmanes rohingya de Myanmar— han desembarcado en Indonesia, Malasia y Tailandia desde el 10 de mayo, y se cree que miles más siguen atrapados en el mar, algunos en barcos abandonados por los contrabandistas ante una campaña de seguridad regional.

El ministro malasio del Interior, Zahid Hamidi, dijo ayer a la prensa que la policía trataba de identificar y verificar “las fosas comunes encontradas”. “Se cree que estas tumbas forman parte de las actividades de tráfico de personas relacionadas con migrantes”, dijo, añadiendo que la policía había hallado 17 campamentos abandonados que se cree utilizaban los traficantes.

Las autoridades malasias no precisaron en un primer momento cuántos cadáveres se habían encontrado o lo viejos que eran los campamentos y enterramientos.

Entretanto, el Papa se mostró ayer “profundamente preocupado” por la situación de los refugiados del mar de Andamán y la bahía de Bengala. “Sigo con profunda preocupación y dolor la situación de tantos refugiados en la bahía de Bengala y el mar de Andamán”, dijo ante la multitud reunida en la plaza de San Pedro.

“Aprecio los esfuerzos hechos por aquellos países que se ofrecieron a dar refugio a estas personas que se enfrentan a graves sufrimientos y peligros. Insto a la comunidad internacional a prestarles la ayuda humanitaria que necesiten”, añadió. Agencias

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