Los jefes de Estado de los cinco países que integran la Comunidad de África Oriental (EAC en sus siglas en inglés) condenaron hoy el golpe de Estado en Burundi y exigieron el retorno al orden constitucional.

El presidente de Burundi, Pierre Nkurunziza, que se encontraba en Dar es Salaam para participar en una cumbre de la EAC para abordar la crisis burundesa, ya ha abandonado Tanzania para regresar de inmediato a su país.

"La EAC condena el golpe de Estado en Burundi y exige el retorno al orden constitucional", informó a través de Twitter el Ministerio de Exteriores de Kenia, cuyo presidente participa en dicho encuentro.

El Ejército de Burundi aseguró hoy haber depuesto al presidente Nkurunziza, quien negó después que el golpe de Estado haya tenido éxito en el país, donde miles de ciudadanos se han manifestado en contra del mandatario en las últimas semanas.

"La cumbre de la EAC condena la violencia en Burundi y pide a todas las partes que garanticen el cese de la violencia" , insistieron los líderes de Kenia, Ruanda, Tanzania y Uganda.

Tras la cumbre, el presidente tanzano, Jakaya Kikwete, mostró el apoyo de la EAC a Nkurunziza -que se marchó de Tanzania antes de celebrarse el encuentro- y aseguró que debe continuar en su cargo "de acuerdo a la ley".

No obstante, la EAC recomendó al presidente suspender las elecciones previstas para junio porque el país no está preparado para celebrarlas en medio del caos actual.

Además, demandó, el presidente debe condenar la violencia y los asesinatos "de inocentes" cometidos durante las protestas, donde al menos 17 manifestantes han muerto.

La EAC también anunció que se volverá a reunir en dos semanas para seguir la evolución de la crisis burundesa.

La acción militar anunciada hoy se produce tras semanas de violentas protestas que han llevado a la calle a miles de burundeses contra la decisión del hutu Nkurunziza de aspirar a un tercer mandato en las elecciones de junio, algo que un gran sector de la población y la oposición considera ilegal.

La candidatura de Nkurunziza ha suscitado así grandes temores en gran parte de la población burundesa -pertenecientes fundamentalmente a la otra etnia mayoritaria del país, los tutsi- que apenas hace una década salió de una guerra civil (1993-2005).

ahd

Google News

Noticias según tus intereses