Los errores suelen ser fundamentales en cualquier campaña política, pueden ser incluso los factores determinantes en los resultados, por esta razón los grandes equipos de consultores se esfuerzan en tejer sus estrategias con base en las debilidades de sus adversarios, nuestra elección presidencial no será la excepción.

Hemos arrancado una campaña presidencial -sui géneris- quizá por el desencanto prematuro que heredó la actual administración, que vendió un sueño modernizador que hizo eco dentro y fuera del país, y terminó por convertirse en un pesadilla de corrupción e impunidad.

El periodo de precampañas e intercampañas no fue más que un esbozo, de la guerra sucia que el aparato del Estado mexicano desarrollará en las semanas venideras, el uso faccioso de la PGR fue la señal más clara.

El saldo, un Andrés Manuel López Obrador consolidado como el puntero y como el más serio aspirante a ocupar la silla presidencial, sin embargo no sería la primera vez.

La ventaja y la euforia que el político tabasqueño despierta, hace imposible no recordar los comicios del 2006 cuando se encontraba en la cúspide política, mucho más enérgico y rebelde, quizá con ideas extremas, toda esa mezcla le daría un aprendizaje en materia electoral.

La inteligencia emocional es una de las herramientas que más ha trabajado y por supuesto, será su mayor prueba, no solo en las entrevistas orquestadas claramente para incomodarle como la de Milenio, sino en los debates presidenciales.

Será el próximo 22 de abril, en el primer debate organizado por el INE en la Ciudad de México, cuando podremos aclarar el cauce que tomará la campaña.

No hay dudas que Ricardo Anaya Cortés es el mejor polemista de los 4 aspirantes presidenciales, con mayor potencia de argumentación y poder de convencimiento, la tarea para acercarse peligrosamente a AMLO, será contrastarlo pero sin llevarlo al extremo.

El juego es sencillo, López Obrador deberá seguir la línea que ha mantenido hasta hoy, repitiendo frases que taladran y se quedan en el inconsciente colectivo; “La mafia del poder”, “despeñadero” y “toma tu voto” son algunos ejemplos. Su apuesta es salir bien librado y no perder puntos en el post debate.

Por su parte si Anaya llegara a caer en desesperación y mostrarse demasiado sarcástico o agresivo, podría resultarle perjudicial y ver alejada su aspiración.

José Antonio Meade con una pésima imagen visual y una dicción que deja mucho que desear, se encuentra condenado a un tercer sitio del cual se ve prácticamente imposible salir. Carga con un lastre de división interna en el PRI, donde además de los negativos de EPN, se le suman los de Enrique Ochoa Reza y de Aurelio Nuño, pues ninguno tiene un arrastre serio con la militancia tricolor.

La ex primera dama Margarita Zavala, quien fue la única aspirante independiente que logró cumplir los requisitos legales para aparecer en las boletas del próximo 1 de julio, viene a darle una certidumbre a la población; ni es “independiente” ni aspira a ganar la Presidencia.

El objetivo fundamental de Zavala y el equipo de Calderón es mermar lo más posible la campaña del Frente, pero sin darse cuenta, los puntos que lograsen acumular al único que beneficiarían sería a AMLO.

El diagnóstico nos lleva a concretar que esta elección se definirá por los errores, errores que no siempre son producidos por los candidatos, sino por sus equipos en la gestión y control de crisis que se presentarán con escándalos y acusaciones.

El margen de error es reducido para Anaya, deberá tener la precisión de un cirujano para recuperarse del estancamiento producido por la embestida del gobierno federal y encaminarse hacia el puntero, el no aceptar los debates con Meade es el primer acierto, pues sería darle vida a un evidente perdedor, que por cierto cabe resaltar que el equipo de campaña de Pepe Toño, fue el mismo que instó a Peña Nieto a no asistir a los debates no oficiales en el 2012.

Veamos quién sale mejor librado en este laberinto de astucia y estrategia, mientras el reloj corre para conocer al personaje que ocupará Los Pinos por los próximos seis años.

FACEBOOK: MIGUEL ALBERTO DELGADILLO IBARRA

TWITTER: @mike_delgadillo

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