Satisfechos del mensaje que dio el Papa Francisco durante la liturgia se retiraron los fieles católicos que asistieron a la misa que el jerarca ofició en el predio El Caracol, en el municipio de Ecatepec, en el Estado de México.

Valió la pena esperar desde las 16:00 horas del sábado hasta después de la ceremonia litúrgica, pues su mensaje invita en esta Cuaresma a ajustar nuestros sentidos, comentaron algunas personas.

Aunque se trató de una noche larga y fría, la presencia del pontífice los reconfortó e hizo que valiera la pena.

Al término del acto religioso, de manera paulatina los voluntarios que formaron las vallas y los asistentes a la misa abandonaron el lugar sin percances

En entrevista, Hortencia Florance, procedente de la delegación Gustavo A. Madero y adulta mayor señaló que aunque padeció de calambres por la larga espera, escucho el mensaje del religioso argentino y su presencia calmó sus nervios.

“El terreno no fue el mejor, tenía frío, pero las hermanas que asistieron al lugar me ayudaron, me ofrecieron un dulcito y una cobija”, relató la mujer, feliz de haber podido estar con el pontífice en misa.

tcm

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