Cientos de seguidores del candidato panista a la alcaldía de San Martín de Las Pirámides, Erick Ruiz Medina, se enfrentaron la madrugada de este jueves contra elementos de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CESC), porque en el recuento voto por voto realizado este miércoles el abanderado priísta, Francisco Robles Badillo, resultó ganador de la contienda celebrada el domingo pasado.

En el zafarrancho que duró varias horas y que inició en la Junta Municipal Electoral y luego se extendió por calles de este municipio ubicado en la zona nororiente del Estado de México, resultaron heridas varias personas, entre ellos policías estatales y militantes del blanquiazul.

Además, los residentes le prendieron fuego a un vehículo del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) que se encontraba estacionado en una de las calles cercanas a la Junta Municipal Electoral, destrozaron otras unidades y dañaron la alcaldía a la que pretendían incendiar también.

Los hechos violentos iniciaron luego de que el abanderado panista a la presidencia municipal, Erick Ruiz, les notificó a cientos de sus seguidores que se concentraron en las inmediaciones del inmueble del IEEM, que perdió la elección al concluir el recuento de los sufragios.


De acuerdo el Programa de Resultados Electorales Preliminares el aspirante albiazul tenía una ventaja de nueve votos sobre el candidato priísta, pero con el 90.32 de las casillas computadas. Faltaban por contabilizar tres de las 31 que se instalaron en San Martín de Las Pirámides.

Al final del recuento el aspirante tricolor obtuvo la victoria, lo que provocó el malestar de los simpatizantes de Ruiz Medina.

Éste les pidió que no realizaran actos violentos, porque se actuaría de manera legal para impugnar la elección porque detectaron que se cometieron diversas irregularidades durante el proceso.

Pero no le hicieron caso sus seguidores quienes gritaron que quemarían las urnas, como había ocurrido horas antes en el municipio vecino de Nopaltepec.

El inmueble que era resguardado por decenas de policías antimotines comenzó a ser apedreado por los inconformes. La lluvia de rocas caía sobre el recinto, donde se encontraban los funcionarios electorales, quienes se resguardaron para evitar ser heridos.

Entonces, los uniformados que habían resistido las agresiones recibieron la orden de dispersarlos y lanzaron gases lacrimógenos en la calle cerrada donde se encuentra la junta electoral.

Los panistas respondieron y lanzaron más piedras, palos, botellas que causaron daños en el inmueble y lesionaron a algunos de los policías.

Los granaderos mexiquenses lograron sacar a los manifestantes del callejón, pero los panistas se reorganizaron y arremetieron de nueva cuenta porque superaban en numero a los uniformados.

Los gases lacrimógenos ahuyentaron a los inconformes hacia las calles cercanas al palacio municipal. En su huida los panistas encontraron un automóvil Nissan, tipo Tsuru del IEEM u le prendieron fuego. También dañaron otros vehículos estacionados.

El gobierno del Estado de México envió durante la madrugada a más de mil elementos de la CESC a San Martín de Las Pirámides, pues los disturbios se extendían por varias arterias del centro de la localidad.

Hasta al momento, las autoridades mexiquenses no han informado si hubo detenciones por los disturbios post electorales.

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