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La empresa alemana Dellen Reparatur Service (DRS), de la cual es socio el argentino Darío Javier Alvaredo y quien denunció que el pasado 21 de agosto le robaron 753 mil 375 pesos dentro del búnker de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), [cuando le fueron asegurados un millón 974 mil 375 pesos que la víctima tenía que una maleta], piensa en dejar de invertir una cantidad millonaria en el Distrito Federal a raíz de este incidente.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el empresario explicó que la empresa a la cual pertenece tiene en proyectos, construir hoteles y otras oficinas en el ramo de servicios, sin embargo, luego del robo que sufrió de parte de agentes de investigación, policías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSPDF) y un Ministerio Público, la empresa alemana valora seriamente el no invertir más de 20 millones de pesos aquí.

De igual manera, se dijo “afortunado” por poder contar esta mala experiencia, pues los agentes de investigación le dijeron que por menos de esa cantidad de dinero “te matan”.

A su regreso al Distrito Federal por cuestiones de trabajo, Darío Javier explica que los otros socios de la empresa, aún no entienden y no les cabe en la cabeza, cómo es que le robaron esa cantidad de dinero en un lugar donde supuestamente se deben evitar estos delitos y sobre todo, detener a quienes cometen estos robos.

“Los alemanes simplemente no lo entienden, no les cabe en la cabeza cómo es que en un centro de justicia, donde están los fiscales, los ministerios públicos y donde atiende el Procurador de la ciudad se puede registrar un evento de esta magnitud.

“Por esto es que analizan la posibilidad de dejar de invertir una cantidad millonaria en la ciudad, pues se dieron cuenta que aquí no hay seguridad, no se puede confiar en nadie, ni en las propias autoridades, ya tienen los proyectos de inversión, pero con esta mala experiencia no están muy seguros y eso es muy malo para la ciudad porque por unos pagan todos”, explicó el empresario quien a pesar de esta situación, deja en claro que siente un amor especial por el país y no dejará de venir.

Narra que por un momento pensó que lo iban a matar o desaparecer para quedarse con el dinero, afortunadamente algunos conocidos que observaron cuando lo subieron a una patrulla, estuvieron pendiente de él y a través de su teléfono celular lo estuvieron rastreando en todo momento hasta que lo detectaron en un callejón, en ese momento y con la intervención de la embajada alemana, prácticamente fue rescatado de los policías ministeriales que le robaron.

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