Líderes religiosos aseguran que la violencia y la inseguridad que prolifera en el Distrito Federal y en otras partes del país se puede disminuir con la intervención de la Iglesia.

"La iglesia puede ayudar a disminuir las conductas violentas. Todas las iglesias cristianas y todas las orientaciones van dirigidas a formar el carácter moral del hombre y de las familias son un gran peso a favor de nuestra sociedad", aseveró Benjamín De Hoyos, presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, en entrevista con EL UNIVERSAL.

A esta postura se contrapone el hecho de que algunas personas que están en prisión profesan alguna religión. Al respecto, Benjamín De Hoyos comentó que "esta actitud es totalmente contraria a lo que llamaríamos cristianismo, seguramente se han desvirtuado y no entienden lo que era la Iglesia de Cristo en la antigüedad".

A los capitalinos que han manifestado su inquietud por el incremento de la inseguridad se sumó el presidente de la Iglesia de Jesucristo, quien reconoció estar preocupado "por el ambiente que se ha creado por este fenómeno".

"La violencia nos preocupa, como a todos los conciudadanos, se ha deteriorado el sentido de seguridad, hacemos lo mejor que podemos para cuidarnos", expresó.

Sobre el alto índice delictivo que existe en la delegación Gustavo A. Madero, donde se localiza el templo que preside, dijo que ellos hacen su parte enseñando el evangelio, el amor cristiano, el respeto a los demás y el bien común.

"Tengo la esperanza de que el gobierno hace lo mejor que puede, confiaríamos en que así es. Nosotros enseñamos a los miembros de la Iglesia a que de cualquier forma posible sumarnos a cualquier esfuerzo por disminuir la violencia, por enseñar el evangelio", agregó.

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