Washington.—Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, el Departamento de Seguridad Interna ordenó una profunda revisión de todos los sistemas de evacuación y transporte alterno en EU, para salir al paso de atentados, tormentas, inundaciones o incendios.

Hoy, muchas de las lecciones aprendidas se aplican en el sistema de transporte colectivo de Washington o Nueva York —por mencionar sólo dos casos—, donde la realización de ejercicios cada año y la asignación de fondos especiales para mejorar las rutas alternas de evacuación han resultado ser eficaces.

También algunos sistemas de transporte subterráneo estudian la construcción de vías alternas para mejorar las vías de evacuación.

Pero, tratándose de accidentes o de elevadas concentraciones de pasajeros a causa de manifestaciones, el Metro de Washington, por ejemplo, elimina el sistema de torniquetes para agilizar el flujo de pasajeros.

En caso de un accidente que inhabilite las vías, los responsables del Metro en Nueva York o Washington disponen de una flotilla de autobuses que son dispuestos para trasladar a los pasajeros hasta la estación más próxima. Cuando los autobuses son insuficientes, las autoridades han acordado recurrir a autobuses escolares para agilizar el traslado.

A pesar de las continuas revisiones o mejoras de los sistemas y protocolos de evacuación, los problemas siguen subsistiendo con recurrentes problemas en casos de incendios o desperfectos. Aún así, las mejoras introducidas desde 2001 han mejorado considerablemente reduciendo el número de heridos y víctimas mortales que lamentar.

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