Caos vial, embotellamientos y retrasos de hasta 40 minutos fue lo que usuarios de la Línea A del Sistema de Transporte Colectivo (STC) vivieron ayer por la mañana a causa del cierre de cinco estaciones, donde se realizan trabajos de mantenimiento.

Las obras de reparación se realizarán hasta el 23 de agosto en la mitad de las estaciones con que cuenta esta ruta. Peñón Viejo, Acatitla, Santa Marta, Los Reyes y La Paz tendrán reparación y renivelación en vías, debido a que las irregularidades del suelo han afectado la estructura.

De acuerdo con usuarios, el recorrido en la Línea A es de 25 minutos de Tepalcates a La Paz, sin embargo, en un viaje realizado por EL UNIVERSAL se contabilizaron 53 minutos abordo del transporte, mientras que en el sentido inverso, es decir, hacia Pantitlán, fueron 32 minutos.

En el Centro de Transferencia Modal (Cetram) Tepalcates, que es la terminal provisional y donde se pueden tomar los camiones para dirigirse a La Paz —aunque el tren llega hasta la estación Guelatao—, tres filas alcanzaban hasta las escaleras de ingreso de la estación, lo que obstaculizaba el tránsito de peatones.

“Caminen chin..., nosotros ni nos vamos a subir a los camiones y no nos dejan salir, qué organización tan mala, cómo se les ocurre poner los camiones en la mera entrada”, gritó una mujer que llevaba de la mano a dos niños.

Martín Reyes, de 52 años, labora de lunes a sábado en una ferretería cercana a Canal de San Juan, vive en Ixtapaluca y a causa del cierre parcial de la Línea A del Metro llegó tarde a su centro de trabajo.

“Sabía que iba a cerrar el Metro pero no pensé que en sábado y al medio día iba a estar tan complicado, en estos camiones se pierde mucho tiempo, pero salen gratis hasta Tepalcates y las combis normales cobran 11 pesos, esto es pesado pero hay que ajustarse”, dice Martín, quien tras 20 minutos de retraso pudo subir al autobús.

Usuarios aseguraron que ayer, el tiempo de viaje se extendió hasta media hora, sin contar la espera en la fila para abordar el camión, que en algunos casos fue de 20 minutos.

“El problema no es hoy porque no toda la gente trabaja, lo dificil va a ser el lunes cuando camiones, micros, combis y todos los coches que circulen por Zaragoza se junten. Por un lado fue bueno que iniciaran en sábado para que aprendan a organizarse, pero el lunes será su prueba de fuego”, dijo la señora Teresa Corona.

Filas de hasta 100 personas en las terminales y de hasta 30 en estaciones intermedias son organizadas por personal con chalecos del Metro.

En cada parada, conos anaranjados reducen un carril de la avenida Ignacio Zaragoza para que los 170 autobuses UTEP que prestan el servicio provisional permitan el ascenso y descenso sin poner en riesgo a la gente.

Las zonas más conflictivas de la ruta se ubican con dirección a La Paz y son Guelatao, Los Reyes y la propia terminal, pues microbuses y combis que se dirigen al Estado de México se estacionan en doble fila, además de que toman desviaciones hacia Chalco y Texcoco, generando caos vial.

Según el STC, en horarios de alta afluencia se organizarán convoyes de cinco autobuses, cada uno con capacidad para 70 personas, que saldrán cada tres minutos y habrá servicio exprés con paradas sólo en terminales.

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