El político se acerca a la efigie de Benito Juárez y apunta con el índice hacia la plaquita dorada: “Es un obsequio del presidente John F. Kennedy y de su esposa. Lo trajo en su visita a México en junio de 1962”. El marco dorado con el rostro del presidente oaxaqueño ocupa la esquina izquierda del despacho principal en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento.

Miguel Ángel Mancera no parece estar acongojado por los resultados de la elección del 7 de junio, la debacle del PRD en el Distrito Federal, uno de los partidos que lo postuló en 2012 a la jefatura de gobierno de la capital. A cuatro días de la noche de la jornada electoral, tiene un diagnóstico muy claro de la situación y los resultados del perredismo capitalino:

“Dentro del propio PRD, todos lo sabemos que hubo una división. Entonces fractura sobre fractura, sobre fractura”.

Sentado en la antesala de su oficina, Mancera también acepta su responsabilidad en la caída del partido, la parte política por las decisiones tomadas en el aumento en la tarifa del Metro, la suspensión del servicio en la Línea 12 y el endurecimiento del Hoy No Circula.

El jefe de gobierno dice en entrevista con EL UNIVERSAL que ve a “personalidades”, más que a partidos, compitiendo por la jefatura de gobierno en 2018. En su caso, competirá por la Presidencia si los ciudadanos lo apoyan, si así lo deciden.

Son las 10:30 de la mañana en la ciudad de México. La antesala del despacho está desierta. Aparecen de pronto Joel Ortega, director del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro, y Luis Serna, secretario particular del jefe de gobierno. Se despiden con sonora palmada en la espalda. Poco después de las 11:00, Mancera llega al lugar con traje azul oscuro, camisa blanca y corbata azul con rayas rojas.

¿En el caso de Morena esperaba un crecimiento como el que se dio?

—Mira, creo que Morena es un tema donde no se ha perdido una comunicación con el equipo de (Andrés Manuel) López Obrador. En el gobierno de la ciudad de México hay mucha gente de los equipos anteriores, no es ni será una política mía la de llegar y despedir a la gente. Pero en esta capital y en este gobierno tenemos un gran número de trabajadores que son afines a estos gobiernos anteriores y pues esta preferencia electoral se refleja en esto, porque si ves los números, si hoy estuviéramos revisando cómo le fue a la izquierda unida, estaríamos con un resultado similar al de 2012. Claro que ahora se va a presentar una discusión y creo que una contienda política distinta: el planteamiento tanto de Morena y del PRD habrá que (ir por) reorganizar sus agendas.

Con Andrés Manuel López Obrador siempre he tenido una relación cordial y eso nunca va a cambiar. Lo que se vivió en la efervescencia política, pues ya se vivió, ahora lo que importa es construir hacia adelante. A mí me preguntan ‘es que Morena ya no te va a dejar gobernar y es que ahora Morena se va a oponer a todo lo que tú plantees’. Hay objetivos muy claros en la ciudad de México, no vería a Morena impidiendo que pavimentemos la ciudad o que le pongamos alumbrado o aumentemos la seguridad o veamos por la infraestructura…

¿Pero cómo sería la gobernabilidad cuando de entrada Andrés Manuel López Obrador dice que con el PRD, el partido que lo postuló a usted en 2012, ni a la esquina?

—Sin duda se tendrá que hacer un trabajo político para poder lograr los consensos. Dependerá también de qué planteamientos legislativos se hacen. Creo que puede haber agenda de Morena que sea perfectamente atendible y que pueda estar en consenso en la Asamblea Legislativa. Así como ha habido agenda del PRI, del PAN, de Nueva Alianza, de Movimiento Ciudadano, de todas las fuerzas.

Simplemente los números ahora son diferentes, estaríamos hablando de las decisiones que se aprueban por mayoría. ¿Quién podrá tener mayoría en la Asamblea? Ese es el punto.

¿Pero también el enlace del jefe de Gobierno del Distrito Federal, él trae su propia agenda?

—Nosotros tenemos una agenda que creo que ha sido ya planteada. Es una agenda para lo que sigue. Estaremos trabajando los temas que corresponden a presupuesto, que corresponden a designaciones, a muchas cosas en donde se participa con la Asamblea. Que te dijera yo en este momento algún planteamiento legislativo mayor, pues solamente que tengamos el asunto de la reforma política, que ésta avance. Esperemos que, si la tenemos, que se logren los consensos.

¿Y usted ve a Andrés Manuel trabajando en la reforma política del Distrito Federal?

—Esperaría que sí, lo esperaría, aunque él ha manifestado públicamente que no está de acuerdo con la conformación del Constituyente. Pero yo creo que ante un llamado para que la ciudad pueda tener un avance, pues esperaría que sí. No creo que se quiera quedar fuera el grupo de participar y hacer planteamientos en favor de la gente.

Sobre el tema de los resultados y las responsabilidades, no he escuchado todavía de los dirigentes, sobre todo de Raúl Flores (líder del PRD-DF), una autocrítica sobre el resultado, sólo excusas. ¿De quién sería la responsabilidad de este resultado electoral del PRD?

—Buena parte tiene que ver, obviamente, con esta fractura de la izquierda. Prácticamente si hoy, repito, estuvieran estos grupos unidos en una misma, en un mismo planteamiento, pues obviamente sería diferente. El grupo compacto sería prácticamente el mismo grupo compacto, pero ya cuando son planteamientos distintos y cada quien va por sus propios nichos, pues entonces los resultados son distintos, como este que acabamos de vivir.

Yo me hago cargo de lo que dicen que tiene que ver el doble No Circula, que tiene que ver el cierre de la Línea 12, que tiene que ver el aumento de la tarifa del Metro. Ninguna de esas cosas se podía postergar, ninguna. Que me haya tocado a mí, pues eso es un tema que habría que analizar el porqué no se había hecho antes. Podía haber tomado la misma decisión de aumentar los 50 centavos, pero no tendríamos la capacidad de realizar todos los proyectos que se están realizando en el Metro.

¿Usted asume ese costo político y no se arrepiente de esas acciones emprendidas?

—No porque mira, el doble No Circula es un tema de salud, vemos cómo están ahora los parámetros de Cofepris. Nos vamos ahora a precontingencia cualquier día, porque obviamente ha sido mucho más estricto Cofepris. Además la precontingencia no tiene que ver nada más con la ciudad de México, pareciera que todo el tema es con la ciudad de México, participa toda la zona megapolitana. Y tiene que ver si los vientos están del sur al norte o del norte al sur, es un poco de lo que le toca a la ciudad. Pero si yo no hubiera implementado esta medida del doble No Circula, pues estaríamos con un señalamiento muy importante en contra de la salud de los capitalinos.

Y la otra es que si no hubiera cerrado la Línea 12, en este momento no sé qué estaría pasando…

Mancera está sentado en una pequeña salita, ubicada en la antesala de su despacho. La ciudad comienza a calentarse. Los maestros de la CNTE se movilizan en las calles contra la evaluación magisterial —es un tema federal, replica el jefe de gobierno, pero está atento del operativo policiaco—. Él no rehúye el expediente de la política partidista y los magros resultados del Partido de la Revolución Democrática.

¿El rejuego de las corrientes internas del PRD en la ciudad tuvo algo qué ver, los candidatos fueron los mejores?

—Todos son factores importantes, dentro del propio PRD, todos sabemos que hubo una división, entonces fractura sobre fractura, sobre fractura. Hoy mismo siguen peleando algunas de las corrientes en los dimes y diretes y yo creo que eso lo que va a permitir es que se haga una recomposición, una depuración y cada quien se quede con su capital político...

Raúl Flores habla de traiciones.

—Si hay pruebas, donde estén las pruebas, pues nosotros actuaremos. Pero yo no puedo hacer señalamientos sino hay un sustento. Parto de la base que cada quien está trabajando en lo que le corresponde y conforme a la ley…

¿Usted no tiene ninguna sospecha de sus funcionarios?

—No tengo ninguna evidencia en este momento para poder respaldar ni esa ni todas las demás acusaciones. He sabido por ahí, en los medios de comunicación, incluso que señalan a otros servidores públicos federales de haber tenido alguna influencia en esto. En ninguno de los casos tengo evidencia de que así sea...

El jefe de gobierno no se engancha con la pregunta de los cambios en el gabinete a partir de los resultados electorales. Su respuesta es que la evaluación de su gabinete es cotidiana, permanente.

Déjeme regresar al tema electoral, porque hace unos días EL UNIVERSALpublicó un diagnóstico privado que hizo Carlos Navarrete (líder nacional del PRD), un audio que perredistas grabaron. Él hace un diagnóstico muy pesimista para 2018. Él decía que en 2018 el PRD estaría perdiendo la elección del jefe de gobierno, pero en 2015 se adelanta un poco el escenario. ¿Usted qué piensa de todo esto?

—Creo que la elección de jefe de gobierno de 2018 o jefa de gobierno, va a ser una elección de candidatos, no una elección de partidos. La ciudad de México es una ciudad muy política, es una ciudad pensante, es una ciudad en donde la gente quiere no que lo gobierne el partido tal o el partido tal. No, quiere alguien que pueda ofrecer soluciones. Depende lo que quiera la ciudad en ese momento, depende el humor político que tenga la ciudad, depende los candidatos o candidatas que haya.

¿Personalidades, candidatos independientes?

—Sí, claro. Mira, lo de candidatos independientes es un hecho de la democracia que a mí me parece es muy importante, que sí te ofrece como ciudadano, si hoy me dijeras: ‘Oye, ¿tú votarías por un candidato independiente?’ Sí, claro. Si es un perfil que está ahí, que está huérfano, que nadie lo quiere tomar porque no tiene partido, pero es una gente comprometida, que sabe, que ha probado, que tiene experiencia, ¿por qué no?

¿Y usted cómo se ve en el 2018?

—En 2018 me veo trabajando con la ciudad, entregando todo lo que estoy comprometido a entregar, creando las condiciones necesarias para que la ciudad de México sea reconocida en el plano internacional.

¿No le gustaría competir por la Presidencia de la República?

—No lo sé, eso lo decide la gente. La gente es la que te dice. Cuando empecé a competir para ser jefe de gobierno, yo ni siquiera estoy afiliado al PRD, por más que ahora me digan que el PRD, que el PRD, yo no estoy afiliado. No niego ni desconozco que fue una de las fuerzas políticas que me apoyó, pero también me apoyó Movimiento Ciudadano y PT, todos. Entonces, ¿qué te diría?, cuando yo decido esta tarea de ir hacia la jefatura de gobierno, fue por la gente, la gente fue la que me animó, la gente fue la que me dijo.

¿Entonces dependerá de lo que quiera la gente?

—Depende de lo que quiera la gente. Si la gente dice ‘es que a mí no me gustas como candidato, a otra cosa, otra tarea’, no me voy a obstinar ni me voy a aferrar. Ahora, que si puedes competir, bueno, pero si la gente no quiere, no. La gente es la que... creo que ahora estamos viviendo una experiencia que es muy diferente.

Antes, lo que necesitabas es que el partido te vea, te quiera, y si el partido no te quiere, entonces estás fuera. Ahora se está demostrando que no es tan exacto esto. La sociedad civil organizada puede llevar y ganar una elección presidencial, creo yo. Es algo que suena como difícil. ¿Por qué?, porque siempre piensas en las estructuras.

Mancera vuelve a su despacho. Ha marcado distancia del PRD. Toma asiento junto a la imagen de Juárez, la que el presidente Kennedy trajo a México hace 53 años. El jefe de gobierno mira hacia la cámara.

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