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Una investigación encabezada por el Estado Mayor Policial (EMP) de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México (SSPCDMX), en coordinación con elementos de la Procuraduría General de la República (PGR), capturó a dos personas que se dedicaban a la venta de combustible —aparentemente robado en los estados de Puebla y Veracruz y después traído a la capital— y quienes además tenían una bodega donde guardaban el energético.

La detención se realizó en una bodega disfrazada de taller mecánico en las inmediaciones de la delegación Iztapalapa, donde según vecinos, con frecuencia entraban y salían vehículos de tres toneladas con redilas y camiones tipo “mudanza” a descargar diesel, lo cual era evidente, pues mientras los camiones estaban en el taller, el penetrante olor los delataba.

Fue así que con base a las denuncias anónimas, y al trabajo previo realizado por inteligencia de la Procuraduría General de la República (PGR), se logró ubicar esta bodega en el número 49 de la calle Manuel Cañas entre Insurgentes y Villas Ascasuvi de la colonia Desarrollo Urbano Quetzalcóatl, en el sector antes mencionado.

Al realizar la inspección, los uniformados federales y locales encontraron un camión pesado “tipo mudanza” con un doble fondo donde se guardaban más de 300 litros de diesel.

En ese mismo lugar fueron detenidos dos personas quienes se identificaron como Eduardo “N” y Ricardo “N”, de 35 y 40 años de edad, respectivamente.


Ruta de “venta”. Además, en la bodega se encontraron dos contenedores repletos del combustible.

Al ser cuestionados por las autoridades los hombres que conducía el camión revelaron que el diesel lo extraen de ductos ubicados en el municipio de Xico, en Veracruz, y lo movilizan en tres camiones similares con doble fondo para burlar a las autoridades carreteras y esquivar los retenes carreteros.

Explicaron que durante el trayecto van vendiendo —en pequeñas raciones— el diesel robado en poblados vecinos.

Una vez en la Ciudad de México, utilizan los contenedores para almacenar el combustible y gradualmente venderlo a camiones del transporte público y de carga pesada, pues el precio que piden es hasta tres pesos menos que el establecido en las gasolineras de Pemex, lo que se convirtió en un negocio redituable para este grupo proveniente del sur del país.

Los detenidos confesaron otras dos dirección de bodegas donde guardan el combustible las cuales se encuentran en las delegaciones Gustavo A. Madero y Tlalpan, sectores limítrofes con el Estado de México y donde los camiones pesados que son usados incluso por las constructoras, acuden a comprarles el diesel.

Los llamados huachicoleros dijeron también tener por lo menos tres meses trabajando de esta manera en la Ciudad.

Después de ser sorprendidos in fraganti, los hombres fueron entregados a la autoridad federal para que rindan cuentas sobre este delito, además, las autoridades capitalinas buscan desmantelar la red de vendedores de combustible robado, pues se sabe que hacen lo mismo con el gas licuado de petróleo (LP) y la gasolina.

La venta de combustible robado de ductos de Pemex es un delito que se conoce más en otros estados del país como Puebla y zonas del Estado de México, donde incluso poblados enteros se sostienen de esta actividad ilícita, señalan investigaciones de autoridades locales y federales.

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