Viven entre retenes y convoys en Tláhuac

metropoli@eluniversal.com.mx

A una semana de que fue abatido por personal de la Marina el presunto líder del Cártel de Tláhuac, Felipe de Jesús Pérez Luna, alías El Ojos, en la colonia La Conchita “A”, el operativo de seguridad continúa y los vecinos se dicen más seguros ante la presencia de la Policía de la Ciudad de México.

El pasado 20 de julio, luego de que se diera a conocer la muerte de El Ojos, decenas de mototaxistas, quienes trabajaban en las inmediaciones del Metro Nopalera, realizaron una manifestación a favor del presunto líder criminal; actualmente, la presencia de estos es nula y muy pocos han tenido el valor de retomar su trabajo.

“Ya no podemos salir, si nos ven nos agarran y se llevan los vehículos, nos quitaron nuestro trabajo”, dijo uno de los conductores, quien espera poder regresar a sus actividades en la zona de la Nopalera.

Las inmediaciones del Metro están solitarias, sólo se nota la presencia de la policía que permanece en el lugar; mientras que los usuarios buscan alternativas para llegar a sus destinos, pues era una forma de vida el utilizar este tipo de transporte irregular.

“Ahora hay que caminarle, ya nos habíamos acostumbrado en pagar 10 pesos y que nos lleven a nuestras casas, uno creía que era seguro, pero después de todo lo que pasó ya no sabemos, esperemos y se tranquilice”, dijo una vecina de la colonia Miguel Hidalgo.

En la avenida Guillermo Prieto, uno de los accesos a estas colonias, la policía sigue con los retenes para revisar vehículos, la gente se acostumbró y, a pesar de que comenta que se han sentido más seguro, la revisiones ya les han comenzado a aburrir.

“Todos los días nos revisan, sólo por la camioneta, ya nos aburrimos, pero esta bien que siga así, es para el bien de todos los vecinos, esperamos que no sea momentánea la seguridad, así estamos muy bien”, comentó una conductora, quien fue revisada en la calle Francisco Villa.

A lo largo de la avenida Guillermo Prieto hay tres retenes: uno en Francisco Villa, otro en Pablo Banuet y otro en avenida La Turba. Además, continúan en la zona los más de mil 300 elementos que fueron encargados de la seguridad desde el 20 de julio.

“Seguimos aquí revisando con normalidad, la gente lo ha aceptado muy bien y al parecer aquí seguiremos, todo ha transcurrido tranquilo, pese a algunas detenciones durante estos días”, explicó uno de los oficiales que revisaba vehículos.

Los rondines en las calles se han vuelto una constante y, ante cualquier presencia de grupos, un convoy policíaco arriba a los puntos. Ayer por la mañana, en la calle Miguel Alemán en la esquina con Simón Álvarez, decenas de oficiales llegaron ante la presencia de un grupo de mototaxistas que realizaban una reunión sobre su situación ante los operativos que implementó la Secretaría de Movilidad.

Con la intención de evitar enfrentamientos y agresiones, los oficiales revisaron a las personas para percatarse de que no trajeran armas, drogas o algún objeto para agredir; pese a la molestia, los manifestantes se dejaron revisar y, tras no encontrar nada, los oficiales se retiraron.

A unas calles, en la casa donde fue abatido El Ojos, continúan los sellos de clausura, mismos que fueron colocados 12 horas después de que personal de la Marina retirara los cuerpos de las ocho personas abatidas y que decenas de curiosos ingresaran para percatarse de la escena de los hechos.

Frente a ese predio, dos policías, una patrulla y un vehículo más de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México resguardan el sitio; aseguran que no se han registrado enfrentamientos y la zona está tranquila.

Los vecinos realizan sus actividades como antes de que ocurriera el tiroteo donde fue abatido el líder criminal y aseguran que, con el paso del tiempo, este hecho quedará en el olvido; sin embargo, señalan que hasta el momento no han podido dejar a un lado que un criminal era su vecino.

“Esperemos que, poco a poco, ya no haya tanta prensa, que podamos vivir en paz. Obviamente tenemos que seguir trabajando y eso no lo podemos dejar de hacer. Esperemos que con el tiempo también la policía se vaya retirando momentáneamente”, comentó uno de los vecinos de la calle Onofre Capeto, colonia Conchita “A”.