Con un operativo de la Policía capitalina, la Delegación Tlalpan reinició la obra de distribución de agua en Santo Tomás y San Miguel Ajusco, que había sido suspendida por oposición de algunos pobladores el pasado 30 de marzo.

La demarcación informó que esto se realizó después de un proceso importante de diálogo, que consistió en tres asambleas públicas, un amplio recorrido en el que participó la jefa delegacional, y más de 10 mesas de trabajo con pobladores de ambas localidades. Dichas obras fueron aprobadas en su momento por la Asamblea General de Bienes Comunales y por las autoridades tradicionales.

La gran mayoría de los pobladores están de acuerdo con el proyecto.

Sin embargo, un grupo minoritario de personas, ligado al negocio ilegal de venta de agua por pipas, amenazó con detener los trabajos, indicó la demarcación.

Con el objetivo de garantizar el desarrollo de la obra y con ello el derecho al agua, la Delegación Tlalpan solicitó a la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México y a la Secretaría de Seguridad Pública capitalina presencia de fuerza pública de forma preventiva, para evitar cualquier intento de detener el desarrollo de este importante proyecto.

Con una inversión de 24 millones de pesos, estos trabajos beneficiarán a más de 30 mil pobladores de la comunidad y principalmente al Centro de Salud de San Miguel Ajusco, espacio que actualmente recibe agua a través de pipas.

Las obras se realizan con asesoría de ingenieros de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), e incluye la construcción de un nuevo tanque de almacenamiento de agua de mil metros cúbicos y una línea primaria de conducción, así como la sustitución de líneas de la red secundaria.
La nueva red mejorará la distribución de agua para mitigar el problema que padecen miles de personas que habitan esta zona.

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