Usuarios aceptan alza; exigen mejor transporte

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Usuarios de transporte público en la Ciudad de México expresaron molestia por el alza de un peso a la tarifa de microbuses y camiones, pues coincidieron en señalar que una gran cantidad de productos y servicios suben, menos sus salarios.

A su vez, indicaron que el incremento del pasaje ocurre a pesar de que persisten deficiencias como unidades en mal estado, choferes que manejan a exceso de velocidad o escasez de vehículos en algunas rutas.

“Desgraciadamente como no sube el salario, se ve mal, y aunque puede ser necesario [el aumento], no importa porque siguen dando el mismo servicio pésimo”, dijo Gabriel Mendoza, quien añadió que la ruta que toma rumbo a Bosques de las Lomas, donde trabaja, escasean las unidades por lo cual debe esperar varios minutos antes de abordar un camión.

“Sería justo si subiera el salario”, comentó Jessica Machorro, a quien el incremento tomó por sorpresa, pues aún no estaba enterada.

En un sondeo en el Centro de Transferencia Modal de Chapultepec, capitalinos coincidieron en reprochar que sus sueldos siguen igual, por lo que deberán “apretarse el cinturón”, restringir gastos y llevar consigo comida preparada en casa.

La Secretaría de Movilidad capitalina hizo oficial, el jueves pasado, el incremento en la tarifa de microbuses, por lo que el pasaje mínimo será de 5 pesos. En autobuses el mínimo será de 6 pesos, lo mismo que en corredores concesionados.

Los montos serán aplicables a partir del jueves 27 de abril y surgen para mitigar el alza en el precio de las gasolinas que afectó a transportistas.

Se multiplican los gastos. Los entrevistados refirieron que a diario gastan de 25 hasta 68 pesos en el transporte público y al menos tendrán que gastar 30 pesos más cada mes; sin embargo, ese monto se multiplica al ser cabezas de familia y costear los gastos de sus hijos.

“Gasto unos 40 pesos diarios en transporte, pero a su vez le doy 60 pesos diarios a mi hijo que va en la prepa y 100 a otro que está en la universidad, ya por eso no compro comida en la calle y cargo mi lunch”, dijo el usuario Fernando Fernández.

“Ya ni quiero hacer cuentas porque me va a dar coraje”, añadió la señora Guadalupe Cruz, quien diario va de Chimalhuacán a La Herradura, en el Estado de México.

La usuaria Gabriela Avilés señaló que el servicio no mejora, pues “cuando tomo un micro, ya están en muy mal estado. Hay rutas en que ya pusieron camiones nuevos morados, pero no se dan abasto y hay que esperarlos mucho tiempo para poder subir”, expresó.

El usuario Daniel Hernández coincidió en que hay rutas saturadas y es complicado abordar un camión en hora pico, mientras que la señora Miriam, de la delegación Iztapalapa, cuestionó que aún haya choferes que “echan carreritas” y eso pone en riesgo a los pasajeros.

Karen Peña, quien vive en Cuautitlán y trabaja en Bosques de las Lomas, gasta 68 pesos diarios en traslados. Admite que la tarifa debe subir por el alza a los combustibles, pero señala que “ahora habrá que hacer dieta y no por gusto”, sino para amortiguar el nuevo costo del pasaje.

Promesas incumplidas. En la actual administración del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, ya se realizó en 2013 un alza a la tarifa de los microbuses y autobuses, pero en esa ocasión los transportistas se comprometieron a cumplir con una serie de compromisos, tales como mejorar el estado de sus unidades, respetar los límites de velocidad y no viajar con ayudantes a bordo.

Pocas cosas de ese convenio se mantienen, según las quejas de los usuarios, quienes afirman que los choferes no mantienen en buen estado sus unidades, manejan mal, a exceso de velocidad, y con personas ajenas a bordo, lo cual puede ocasionar un accidente, pues son elementos que distraen a los choferes.

Esta es la segunda ocasión en los últimos tres años que aumenta el pasaje en estos tipos de transporte público; sin embargo, el gobierno capitalino aclaró que el costo del pasaje se mantendrá igual en los casos del Sistema de Transporte Colectivo Metro, la red del Metrobús, el Tren Ligero y el sistema de trolebuses.