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La intención de mejorar su apariencia física le costó la vida a una mujer de 52 años que la tarde del lunes era sometida a una cirugía estética en una clínica particular en la delegación Iztapalapa. Según lo asentado en la carpeta de investigación de la procuraduría, la víctima pagó 11 mil pesos por una liposucción, pero mientras era intervenida murió, sin que hasta el momento se hayan determinado las causas.

Según sus familiares, la mujer pesaba 65 kilogramos pero se sentía incómoda con su aspecto, por lo que buscó un lugar donde someterse a una operación estética económica.

Así dio con la Clínica de Cirugía Ermita, ubicada en la Calzada Ermita Iztapalapa número 248, en la colonia Sinatel. Su hijo, de 34 años, se enteró de su fallecimiento hasta que acudió por ella para llevarla a su casa.

El hombre buscó ayuda de policías preventivos que dieron aviso al Ministerio Público. Personal de la procuraduría capitalina arribó para iniciar la investigación sobre la muerte de la víctima y la forma en que operaba la clínica, que a decir de vecinos llevaba unos cinco años operando.

Ayer, la Agencia de Protección Sanitaria verificó 30 clínicas que se dedican al control de peso y belleza estética, de las cuales suspendió a ocho por representar riesgos para la salud de los pacientes, debido a que funcionan sin permisos sanitarios y no cuentan con personal médico certificado.

Durante diciembre pasado, la agencia intensificó los operativos de verificación, los establecimientos suspendidos se localizan en las delegaciones Cuauhtémoc, Venustiano Carranza, Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Álvaro Obregón, Coyoacán y Tlalpan. Lo que hallaron las autoridades es que incumplen con las condiciones mínimas que exige la normatividad.

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