Todos los días, decenas de personas llegan a la explanada del Hospital Regional Ignacio Zaragoza, del ISSSTE, con la esperanza de obtener noticias positivas o, si tienen mucha suerte,  de que su familiar sea dado de alta.

Familias completas acampan como si se tratará de una protesta, pero en realidad necesitan estar las 24 horas del día para estar al tanto de su pariente.

Historia. "Dejan morir a los enfermos"
Historia. "Dejan morir a los enfermos"

En los alrededores del hospital, ubicado en Chinampac de Juárez, en Iztapalapa, la muerte se pasea, pero no abunda. Y la tristeza, junto con la melancolía, terminan con el optimismo y esperanza de quienes esperan.

Han pasado tres semanas y don Juan Enríquez aún continúa internado después de su operación. Él se encuentra en el piso 10 en la cama 1021, y comparte habitación con otras dos personas. No ha sido dado de alta por “negligencia médica”.

El señor de 84 años de edad fue operado el pasado 15 de diciembre de una oclusión intestinal. La cirugía fue un éxito, pero no la recuperación.

Tras 13 días, el intestino de “Don Juan” se puede percibir a primera vista, solo es cuestión de levantarle la bata.

“Los doctores le quitaron los puntos a los tres días de la operación y la herida se vovió a abrir. Al otro día lo volvieron a suturar, pero aún no cierra; según ellos por falta de proteínas”, denuncia su hija Alma.

“El miércoles le quitaron, otra vez, los puntos a mi papá. Quedaron los doctores en que iban a ir los internistas a poner un parche para la cicatrización, hasta ahorita lo seguimos esperando. Los enfermeros y doctores sólo se echan la bolita y dejan morir lentamente a los pacientes”

Cuando los pacientes son llevados a piso, los doctores encargados de su expediente solamente hacen una revisión al día, la cual va de 7:00 a 8:30 de la mañana, de lunes a viernes. Del resto de los cuidados se encargan los enfermeros.

Los enfermeros deben estar al pendiente de los pacientes, sin embargo, su trabajo sólo se limita “a colocarle el medicamento y para ser llamados por los familiares, sino no se vuelven a parar en el cuarto de los enfermos", informa Alma.

El Hospital Regional Ignacio Zaragoza llega a dejar a sus pacientes sin el medicamento indicado por los doctores, ya sea porque no lo tienen o porque el encargado de las llaves "descansó".

“Todos los días es una pelea constante con los enfermeros. Les exigimos el medicamento correcto y el buen trato a los pacientes, pero parece que hacen un favor cuando es su trabajo”, demanda la esposa de Porfirio Hernández.

El señor Porfirio ingresó el 14 de diciembre por una pancreatitis, sin embargo, durante su estancia en el hospital, sufrió de convulsiones por el nerviosismo que recibió su cuerpo, de acuerdo al informe de los doctores.

Familiares de los enfermos concluyen, en la sala de espera, explanada, cuartos y en los pasillos de hospital, que lo único que quieren es "un trato bueno, correcto y eficaz a los pacientes, porque son ellos quienes sufren demás".

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses