Roger Waters promete hoy ensordecer al Zócalo

phenelope.aldaz@eluniversal.com.mx

Dos conciertos previos, pronunciamientos políticos y un imponente escenario que se levanta en el corazón de la Ciudad de México han incrementado la expectativa.

Roger Waters brindará esta noche un concierto gratuito en el Zócalo capitalino al que, según autoridades, se espera la asistencia de 80 mil personas, quienes habrán de padecer los 23 grados centígrados que se esperan como temperatura máxima para este sábado y la lluvia que podría registrarse hacia la tarde-noche.

De confirmarse la expectativa, ni siquiera los 90 metros de largo por 26 de alto de la megapantalla que fue colocada frente a la Catedral Metropolitana quitarán el récord de asistencia a Justin Bieber. El joven ícono del pop, con sólo pantalón y playera blancos, y tenis amarillos, congregó a 210 mil beliebers la noche del 11 de junio de 2012, en la Plaza de la Constitución.

Cifra que parecía difícil de alcanzar cuando, un mes antes, el 11 de mayo, 200 mil almas se dieron cita en el Zócalo capitalino para acompañar a un Paul Mccarney dispuesto a no desilusionar a los fanáticos que habían hecho filas de espera, incluso días antes de su presentación.

Su saco rojo, pantalones oscuros, guitarra y piano fueron suficientes para que los cientos de fans de Los Beatles, entonaran a coro Ob La Di Ob La Da al ritmo del mariachi y Let it Be con celulares en mano, simulando las luces de miles de velas. Dos conciertos históricos con los que cerró su administración el entonces jefe de gobierno, Marcelo Ebrard.

Pero si de conciertos épicos se trata, ese corresponde a los Tacubos. Café Tacuba logró lo que nunca antes en un concierto gratuito en el Zócalo: Unir a 170 mil personas dispuestas a cantar y brincar al unísono.

Mientras las calles de Pino Suárez, 5 de Mayo y Tacuba lucieron abarrotadas por los fans de la agrupación, en la esquina de 20 de Noviembre y Venustiano Carranza paramédicos atendían a un centenar de heridos a consecuencia de los empujones y conatos de bronca. Las autoridades se enfrentaron a una multitud eufórica que coreaba la Chilanga banda e Ingrata y terminó por enloquecer con la aparición de La Maldita Vecindad.

El Zócalo de la Ciudad de México, custodiado por Palacio Nacional, la Catedral Metropolitana y el Templo Mayor, lo mismo se ha deleitado con íconos internacionales como Carlos Santana, Marc Anthony, Chayanne y Miguel Bosé, que con ídolos del folklore mexicano como Marco Antonio Solís, Joan Sebastian, Los Ángeles Azules o la original Banda Limón.

Y si alguien dejó sólo en un recuerdo su presentación en el Zócalo, ese es el Divo de Juárez. Juan Gabriel había anunciado un concierto gratuito el próximo 12 de noviembre; sin embargo, su sorpresivo fallecimiento el 28 de agosto de este año dejó a sus seguidores sólo con el recuerdo de aquel marzo de 2004.

“Gracias por haberme invitado al Zócalo. Cuando el jefe de Gobierno me invitó, le dije: Si usted quiere que este ahí, ahí estaré”, expresó Juan Gabriel —un declarado priísta— al entonces jefe de gobierno, Andrés Manuel López Obrador. Su presentación en la Plaza de la Constitución, que congregó a alrededor de 60 mil personas, inició poco después de la una de la madrugada con su éxito No tengo dinero”. Y así cantando Querida, Fue un placer conocerte y otras melodías madrugó al Zócalo.

Bajo el gobierno de Miguel Ángel Mancera, una de las mayores especulaciones fue la presentación de Los Rolling Stones. Su visita a México para presentarse en el Foro Sol en marzo generó rumores sobre un posible concierto gratuito en el Zócalo, que luego fue desmentido por las autoridades.

Roger Waters, quien ha manifestado su rechazo al candidato Republicano, Donald Trump; recordado a los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y criticado a la gestión del presidente Enrique Peña Nieto se presentará hoy a las 20:00 horas y promete ensordecer al Zócalo.

La producción del concierto, que será transportada en 50 tráileres, se montará con la colaboración de 500 personas que instalarán más de 200 bocinas con visuales desplegados en una pantalla de 90 metros de ancho y mil metros cuadrados de video.