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La Secretaría de Salud capitalina (Sedesa) suspendió cuatro establecimientos dedicados a la realización de tatuajes y perforaciones por representar un riesgo para la salud de los usuarios.

Tras un operativo en el Bazar Pericoapa, en la delegación Tlalpan, verificadores de la Agencia de Protección Sanitaria (APS) identificaron los comercios en los que se ofrecía el servicio de elaboración de tatuajes, perforaciones y colocación de piercing, sin cumplir con las mínimas condiciones de sanidad necesarias.

Durante el operativo se aseguraron catéteres para perforar con fecha de caducidad vencida y 25 frascos de tinta para tatuar sin etiquetado y que, además, estaban caducados.

Los encargados de los establecimientos tampoco contaban con su tarjeta de control sanitario, así como la cartilla para constar que están vacunados contra la hepatitis y tétanos.

La APS informó que quienes trabajaban en los sitios no tenían el conocimiento básico para brindar los primeros auxilios en caso de que se presentara una emergencia.

La higiene del área y del equipo de trabajo era muy pobre, además de que los instrumentos que utilizan ni las piezas que colocaban eran esterilizadas correctamente.

Anomalías. Entre otras irregularidades, los locales funcionaban sin manuales de procedimiento, constancia de fumigación, certificados de calidad de los piercing y sin los contratos del servicio que se presentan ante la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) sobre la recolección de residuos peligrosos biológico-infecciosos, que en este caso son agujas, catéteres para hacer perforaciones, guantes y otros desechos que se generan en este tipo de comercio.

La directora de Servicios de Salud y Cuidados Personales de la Agencia de Protección Sanitaria, Elizabeth Toxqui Terán, explicó que el Bazar Pericoapa es un lugar de locales de venta de ropa, zapatos, accesorios, juguetes, aparatos electrónicos y otros productos, por lo que no reúne los requisitos sanitarios básicos para prestar un servicio que tiene que ver con la salud de las personas.

“El no tener agua y drenaje ya es un problema, porque no nos garantizan que estos lugares se apliquen tatuajes o perforaciones en condiciones adecuadas”, explicó la funcionaria.

Recomendó a la ciudadanía observar que los productos que se venden en ese tipo de locales, como las tintas y las piezas que se colocan (piercing), cuenten con facturas y etiquetas que garanticen caducidad vigente, contenido y que sean biocompatibles para uso humano, ya que pueden causar daño a las personas que se tatúan o perforan.

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