Dice una frase popular que “lo mejor está por venir,” y en el caso de las comidas casi siempre se cumple dicha profecía.  Si hacemos un poco de memoria, notaremos que las comidas más memorables tienen en común dos variantes que se repiten constantemente: buena compañía y postres deliciosos.
 Porque   mejor combinación que ésa, prácticamente no la hay. Niños y adultos por igual esperan con ansias el dulce final que, sin duda, estará enmarcado por una rica plática de sobremesa y un sentimiento colectivo de satisfacción que antecede al famoso mal de puerco.
Además de los postres clásicos europeos como pasteles, gelatinas, flan, helado y, en el caso particular de México, dulces tradicionales, podemos encontrar un postre que nunca falla ni falta. Sí, hablamos de la tarta.


La tarta en la historia
 El inicio de esta  elaboración nos traslada en la historia hasta la Edad Media. La palabra “tarta”, así como su diminutivo tartlet la encontramos por primera vez en The Forme of Cury, una compilación de recetas del medievo inglés del siglo XIV, escrita por  los maestros cocineros del Rey Ricardo II.  Si bien en un principio las tartas se inclinaban a lo salado, pronto los comensales comenzaron a decantarse hacia el sabor dulce y la apariencia colorida que las caracteriza. Las más populares eran las rellenas con crema de huevo y decoradas  con frutas frescas o  frutos secos como nueces.  
Aunque es similar al pay —en cuanto a ingredientes se refiere— la principal diferencia entre ambos la encontramos en su “anatomía”, pues el pay se cierra con una capa de masa mientras que   la tarta permanece sin cobertura, haciéndola ideal para decoraciones elaboradas con frutas.


Lo clásico está vigente
En lo que a tartas se refiere, un apartado dulce que siempre sorprende es el del restaurante Anatol, comandado por la chef repostera Mayra Victoria, quien se caracteriza por sus preparaciones clásicas y sencillas que, a través de la técnica, saca el mayor provecho del ingrediente.
“Empecé mi carrera hace 12 años en un restaurante ubicado en Los Angeles;  ahí encontré mi pasión por la repostería que es  técnica y exacta. Me gusta que tienes más control, además de la felicidad de la gente al comerlo, pues es  diferente comer un platillo salado muy rico que comer el postre: a la gente le encanta el postre,” comenta Victoria, quien hace  cinco años que llegó a Anatol al lado de su esposo, el chef Justin Ermini. 
Para que celebres un momento dulce en familia, Mayra Victoria te comparte  tres de sus recetas favoritas de tartas: de chocolate, de limón y de piña colada. “La tarta de limón siempre será una tarta perfecta: es dulce, es ácida y es  fresca. El chocolate con frambuesa es una combinación que en lo personal me encanta, pues los dos sabores se complementan muy bien. Por último, tenemos la tarta de  piña colada, que es una creación colectiva de todo el equipo de repostería. Ésta lleva un sucreé clásico y un frangipane de coco, una crema de coco para acompañar y se termina con una flor de piña. ¡Sabe a piña colada!,” concluyó la chef y con esto nos quedamos con las ganas de meternos a la cocina y poner las manos en la masa y el azúcar. Replica estas recetas en casa.

Anatol

Dirección: Presidente Masaryk 390, col. Polanco
Tel:  3300 3950
Twitter:  @anatolkitchen
Horario: lun-sáb 13:30-23:00 hrs./ dom 13:30-17:00

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