Mantener una dieta saludable es una parte crucial de todo plan exitoso para el tratamiento de la diabetes, pero puede ser un desafío para quienes viven con esa enfermedad, especialmente durante las fiestas. Lo importante para controlar la diabetes, una enfermedad en la que el organismo no produce insulina o no la utiliza adecuadamente, es qué comer, cuánto y cuándo comer.

Para  la chef y nutricionista Lourdes Castro:  "Lo bueno de Acción de Gracias es que el centro de la comida es el pavo, que es carne magra y la proteína no afecta el nivel de azúcar".

Lo importante  son las porciones y hay que hacer un esfuerzo por incluir los vegetales en la dieta "porque son bajos en calorías y tienen fibra que nos ayudan a mantenernos llenos, y un elemento para vigilar la diabetes es controlar el peso. “Ese tipo de comida –añade- nos ayuda con eso".

"El enfermo no se tiene que cohibir de comer o sentir que tiene que degustar algo diferente al resto de las personas. Y creo que esa es la parte clave. A los latinos nos encanta estar en familia. Nuestros amigos son nuestra familia, estamos siempre alrededor de una mesa, comiendo y conversando, pasándola bien, y más en días como el de "Thanksgiving" o la fiesta de Navidad", señala Castro, de origen cubano.

Castro, profesora  adjunta en el Departamento de Estudios sobre Alimentos en la Universidad de Nueva York, donde imparte cinco cursos de ciencias de los alimentos desde hace siete años, destaca que la comida saludable es sabrosa, no tiene por qué ser lo contrario, tal vez como muchos piensan.

Para un diabético, comer de forma sana, hacer ejercicios y tomar los medicamentos les ayudará a lograr niveles saludables de glucosa en la sangre.

Parte de comer saludable es comprar los ingredientes de una de comida, así como los vegetales y las frutas frescos.

"Es mejor evitar la comida procesada y optar por lo natural. Ir a comprar los vegetales y carnes frescas y cocinar. Si se va a eliminar algo, que sea la comida procesada", dice Castro, ya que en muchos supermercados hay secciones de productos para diabéticos, aunque es una recomendación dirigida a todos los que quieran comer saludable.

"Estamos en un momento en que todo el mundo quiere comer saludable, no porque tengas diabetes o tengas problemas del corazón. La gente no quiere comer carbohidratos, se quiere cuidar, va más al gimnasio, así que ya estamos cambiando un poco los hábitos y la comida que nos representa, que es más de nosotros, debería ser más saludable", destaca.

La nutricionista, que ha publicado tres libros de cocina, "Simply Mexican" (2009), "Eat, Drink, Think in Spanish" (2009) y "Latin Grilling" (2011), ha confeccionado una serie de recetas deliciosas para el diabético, y que pueden preparar todos los amantes de la comida saludable, y sobre todo, con sabor latino.

De acuerdo con la experta, lo importante a la hora de servirnos la cena de Acción de Gracias -cuando usualmente hay variedad de platos en la mesa- o a la hora de comer en general, es servirse una porción adecuada.

"Una porción adecuada debe incluir la mitad del plato de vegetales, una cuarta parte de pavo y otra, boniato o calabaza o, para muchos latinos, arroz y frijoles, un plato principal que no falta en la mesa de muchas familias hispanas.

"Comer frijoles es bueno y puede sustituir la carne porque tiene proteínas. En mi familia, que somos cubanos, se prepara el pavo y comemos frijoles en "Thanksgiving", comenta la también chef, quien  recomienda para el día de Acción de Gracias una ensalada de calabaza caramelizada y berros, que está incluida en el libro de recetas que confeccionó para diabéticos (que puede ser descargado gratis en la web).

No a todas las personas les gusta el pavo, histórico protagonista de la Cena de Acción de Gracias, que puede ser sustituido, como recomienda Castro, por ejemplo, por un lomo de cerdo al ajo con mojo (combinación de naranja, pimienta, orégano, comino, sal y aceite de oliva) y que un diabético puede incluir en su dieta. Este mismo adobo se puede usar para el pavo.

El postre, que no falta en una cena de Acción de Gracias, Navidad y otros momentos especiales, de celebración con la familia o amigos, tampoco tiene por qué ser evitado por un diabético.

"Se pueden usar ingredientes regulares en su preparación, pero tomando en cuenta la cantidad", comenta,  pero advierte que si una persona usa insulina por su condición de diabética y su médico le ha recomendado un plan de alimentación, entonces debe seguirlo.

Las frutas son también un excelente postre, sobre todo, si tiene piel comestible, "porque tiene fibra y nos ayuda a mantenernos llenos, y es mejor que comer cualquier cosa que venga en una caja o enlatado".

La Asociación de la Diabetes de EE.UU.  recomienda arándanos, así como fresas, frambuesas y moras para la dieta de un diabético por su índice glicémico bajo y  por poseer vitaminas y minerales esenciales como calcio, potasio, magnesio, vitaminas A, C y D y fibra.

Según esta organización, hay 29,1 millones de personas en Estados Unidos, el 9,3% de la población, con diabetes.

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