En Japón, la llegada del invierno es motivo de celebración. A través del Yobanashi, una de las tres ceremonias de té más importantes del año, los nipones rinden tributo a las largas noches de temporada.

La ceremonia Yobanashi se realiza en el chasitsu o cuarto de té bajo la luz de las velas; el maestro o anfitrión es responsable no sólo de controlar el fuego utilizado para calentar el agua donde se batirá el matcha (té verde molido), sino también el nivel de oscuridad y frío dentro del pequeño salón. Todo el ritual sucede bajo un principio de armonía, respeto, pureza y tranquilidad.

Con el propósito de difundir la cultura del té (hojas y brotes de camellia sinensis), la Escuela Mexicana de Té ofreció una serie de ceremonias Yobanashi dirigidas por Reina Sakao, tercera generación de productores de matcha.

"Siempre digo que es un honor el poder compartir mi cultura y ofrecer el té de la misma forma en que lo hacemos en Japón. La ceremonia Yobanashi es totalmente desconocida fuera de Japón. Poder presentarla en México, en una versión casi idéntica a la que realizamos, es una gran oportunidad”, confesó la maestra de té.

El Yobanashi: el ritual invernal del té
El Yobanashi: el ritual invernal del té

Yobanashi inicia con la espera de los invitados afuera del salón de té. Después de dar la bienvenida, el maestro realiza el intercambio de velas, gesto que representa el intercambio de sentimientos; al ofrecer su vela, el anfitrión invita a los asistentes a ingresar al chasitsu no sólo física sino también espiritualmente.

Al entrar al cuarto, cada invitado debe tomar un tiempo para admirar la caligrafía decorativa, el brasero donde se calentará el agua y el resto de los elementos utilizados para la ocasión. Toda ceremonia japonesa de té tiene una temática principal, la cual se presenta sutilmente dentro del salón.

“En esta ocasión, por ejemplo, Reina quiso presentar el vínculo que existe entre México y Japón a través de la incorporación de elementos decorativos como una rama de laurel (presente en el escudo nacional) y pequeños motivos de color verde, blanco y rojo”, señaló Ariana Jurado, directora de la Escuela Mexicana de Té.

Después de disfrutar una selección de bocadillos ligeros, generalmente kaiseki, los invitados salen del cuarto para permitir su purificación. El sonido de un gong de metal es la señal que indica que el ritual ha llegado a su apogeo: el disfrute del té.

El Yobanashi: el ritual invernal del té
El Yobanashi: el ritual invernal del té

El encanto del matcha

La preparación del matcha inicia vertiendo el finísimo té verde molido en el chawan o tazón, al cual se agrega agua caliente con la ayuda de una cuchara larga de madera llamada hishaku.

"Con el batidor de bambú o chasen primero se agita el fondo del tazón para eliminar grumos de matcha, después se bate la superficie de forma muy rápida con el propósito de espumar”.

Antes de beber el preciado té, los asistentes a la ceremonia –siempre de rodillas, con los glúteos sobre los pies y las manos en los muslos– comen pequeños dulces, también llamados wagashi, que contrarrestan el amargor sutil del matcha.

Una vez preparado el té, cada asistente toma el tazón con ambas manos, sosteniendo la base y el costado, y lo gira en señal de respeto al anfitrión y admiración a la pieza de cerámica. Según explica Sakao, el matcha debe beberse en máximo tres sorbos.

La ceremonia concluye con la limpieza de todos los utensilios, los cuales también deben volver a su posición inicial.

¿Sabías que…?

El matcha es un té puro, elaborado generalmente a partir de brotes y hojas destinados a la producción de tés verdes de alta calidad, sin nervaduras y molidos hasta formar un polvo fino, brillante y ligeramente amargo.

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