Sabías que existe una tabla periódica de estilos de cerveza? Así es, hace algunos años, cuando este líquido se empezó a diversificar cada vez más en sabores, aromas, texturas y formas de elaboración, los expertos decidieron crear algo similar a la conocida tabla periódica de elementos. Y fue un gran acierto, ya que a partir de ésta puedes obtener información  que necesitas para estimular tus papilas gustativas con un refrescante tarro de este famoso fermentado.

La tabla se divide primero en familias o grandes estilos de cerveza, entre las cuales hay tres tipos en función de su fermentación: Lager (baja fermentación), Ales (alta fermentación) y Lambic (fermentación espontánea), y luego dentro de cada grupo diferentes estilos, que normalmente suelen asociarse con determinados países productores: escoceses, alemanes, ingleses y belgas, por mencionar algunos.

En el texto La cerveza Select-O-Pedia, mencionan que dentro de cada una se agregan características fundamentales como graduación alcohólica, amargor, color y densidad. Hay guías hechas por diferentes empresas cerveceras, así que cada una agrega sus propias creaciones.
Carlos Cohen, del restaurante Escollo, explica que la tabla periódica de la cerveza sólo proporciona  referencia generales, ya que si quieres acercarte más a la realidad puedes consultar el Beer Judge Certification Program (BJCP), diseñado para enseñar a los amantes de la cerveza a conocer la esencia de cualquier tipo de esta bebida.

Vamos por partes

Antes de elegir una cerveza y entender la tabla, es fundamental saber que la primera clasificación se realiza en función de su tipo de fermentación; Ale y Lager. La primera, permanece de tres a cuatro días en dicho proceso y llega a alcanzar 25 grados centígrados de temperatura.
Después, la mayoría tienen cierto tiempo de maduración en frío o en caliente, e incluso segunda fermentación en barrica o botella. Son pálidas u oscuras, con alta o baja graduación alcohólica, mucho o poco cuerpo; todo depende de la cantidad y tipo de malta, el lúpulo y la maduración. Hay estilo británico, belga, alemán, americano y australiano, entre otros.

Las Lager se elaboran a través de una fermentación baja de levaduras. Éstas se comenzaron a realizar cuando se popularizó la refrigeración artificial, pues las levaduras trabajan en la parte baja del tanque debido a la temperatura que puede ser de cero grados centígrados. Es por esto que si se refiere a guardar o almacenar, en alemán. Se maduran por un periodo de dos a seis meses, dependiendo del cuerpo que se quiera lograr; lo mínimo son tres o cuatro semanas. La más conocida de este grupo es el estilo Pilsen, después está el Munich, Viena, dortmunder, bock y doppelbock. Todas tienen mezclas de malta y lúpulo, además de formas específicas de elaboración.

“Las de fermentación baja son con mucho más cuerpo, originarias de países europeos, tienen sabores asociados a la levadura, como frutas maduras, frutos secos, especias como clavo o pimienta, y algunos toques de madera. También están las Ipas, sus sabores son amargos, cítricos e intensos”, explica Luis Roberto, socio de The Beer Company Condesa.

Desde la base

“Aproximadamente el 80 o 90 % de una cerveza es agua, lo demás se compone principalmente por los azúcares de la malta, que puede ser cebada, trigo, centeno o cualquier grano germinado”, explica Jorge Ringenbach, creador de la cerveza Escollo, la cual la puedes encontrar en su restaurante, que lleva por nombre el de esta bebida.

“Si se suman las opciones de agua, que cambian por su cantidad de minerales, y las de malta, las recetas se empiezan a hacer complicadas. Enseguida se agrega el lúpulo, encargado de dar el sabor amargo, que balancea el sabor dulce de la cerveza. Se enfría, se agrega la levadura, que se come los azúcares de la malta, y produce alcohol y CO2”, añade el experto cervecero.

En vaso no en botella
De acuerdo con los expertos, como Guillermo Ysusi, Beer Server de Cerveceros de México, un buen bebedor no sólo distingue los estilos, sino que también sabe que debe servirla en vaso, tarro o copa, el cual debe ser el más adecuado.

Existe un vaso indicado y fabricado especialmente  para cada tipo de cerveza; sin embargo, lo primordial es que sea transparente, esté limpio y, de preferencia, se use sólo para el llamado pan líquido. También  recomienda que al servir, la espuma sea de 2.5 a 3 centímetros. Para lograrlo, se vierte la bebida en un vaso inclinado a 45 grados, esto hará que el líquido caiga en la pared del vaso de manera correcta.

El paso final es la temperatura, pero depende del estilo porque puede ir desde los 4°C, hasta los 15°C. Jamás la sirvas en un vaso con hielos, ya que el sabor se diluirá. Ahora sí, a celebrar el Día de la cerveza de manera correcta.

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