Estamos en vísperas del inicio de un nuevo Período Ordinario de Sesiones en el tercer año de esta LXIII Legislatura que es también el año previo a las elecciones presidenciales y las que renovarán en su totalidad este Poder de la Unión. Además, por primera vez habrá 30 elecciones concurrentes, entre ellas nueve para Ejecutivos locales.

El PRD formalizará su decisión de caminar para conformar un Frente Amplio Democrático con diversas fuerzas políticas y sociales del país a fin de que se pongan en el centro de nuestras reflexiones y acciones los grandes temas que preocupan a la sociedad.

Se nos presenta, por ello, la gran oportunidad de que —desde el ámbito legislativo— quienes queremos avanzar en conformar un Frente Amplio, que se proponga la conformación de un gobierno de coalición y lograr un cambio de régimen, empecemos desde ya a hacer compromisos que demuestren con hechos concretos nuestra disposición para cambiar la realidad del país; es decir, lograr acuerdos para integrar una agenda legislativa común, y que podamos exigir al PRI —como la fuerza mayoritaria que tiene el poder nacional— superar los grandes rezagos, por el bien de la mayoría social.

El tema del salario mínimo es de los más sentidos y el que puede detonar un cambio en el manejo de la política económica del país, para que la desigualdad social empiece a revertirse e iniciemos un proceso virtuoso de redistribución de la riqueza nacional, al mismo tiempo que actúe como motor y dinamizador del crecimiento económico y la generación de empleos dignos.

Es una vergüenza que, en el marco de la renegociación del Tratado de Libre Comercio, sean Estados Unidos y Canadá quienes exijan a México incrementar el salario a sus trabajadores. Por ello estamos convencidos de que, desde el Legislativo, podemos obligar a desaparecer instituciones como la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos que, además de implicar un gasto con dinero público, es un instrumento que impide el crecimiento del bienestar de las y los trabajadores mexicanos, quienes perciben los salarios más bajos del mundo. En sustitución de la Conasami, deberá hacerse uso de los datos del Inegi y del Coneval para ir determinando la política salarial del país.

Hace unos días, el secretario de Desarrollo Económico del Gobierno de la Ciudad de México, Salomón Chertorivski entregó al Grupo parlamentario del PRD una propuesta en este sentido, así como la fundamentación para incrementar urgentemente en 16 pesos el salario mínimo y así llegar a 96 pesos diarios.

Es falso que un incremento salarial urgente sea inflacionario y nocivo para la economía, tal como lo demuestran otros países.

Es más, los empresarios de las cámaras patronales más importantes han manifestado su disposición y acuerdo con ello. Algunas de las centrales oficialistas del PRI han declarado que es urgente que el salario de los trabajadores se incremente, empezando por el mínimo. ¿Qué esperamos para hacerlo?

Aunado a lo anterior, deberíamos proponernos incorporar en la agenda común frenteamplista, por lo menos, los siguientes temas para buscar legislar sobre ellos durante los próximos meses: combate a la corrupción; gobierno abierto y transparencia; establecer límites al dispendio del gobierno y eliminar las pensiones de los ex presidentes.

Asimismo, seguridad pública; mejoramiento y fortalecimiento del nuevo Sistema de Justicia Penal Acusatorio; plena autonomía a la Fiscalía General de la República; igualdad y perspectiva de género en las políticas públicas; desarrollo económico a través de la inversión productiva; mayor inversión en ciencia y tecnología; la sustentabilidad como eje para el desarrollo; fortalecimiento de los sistemas de salud, educación y de pensiones, sin dejar de lado legislar sobre gobiernos de coalición.

Hacer realidad todo lo anterior implica que el presupuesto de 2018 se reoriente en ese sentido y así iniciar desde ya la ruta a la transición.

Vicecoordinador de los diputados
federales del PRD

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