Un hotel con calor de hogar

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Para el viajero contemporáneo ya no es suficiente hospedarse en lujosos resorts de grandes dimensiones, que asombra, o abruman, por su majestuosidad. Lo que actualmente busca es un sitio acogedor e íntimo, que le brinde paz y tranquilidad, tal como si estuviera en su propio espacio, su propio hogar.

Un hotel con calor de hogar

Habitaciones con aire acondicionado, mini bar y máquina de café expreso. (Foto. Cortesía)

Bajo este concepto, Hotel Dos Casas & Spa en San Miguel de Allende se ha convertido en un referente en la hotelería de lujo, tanto por sus servicios como por las instalaciones, que mezclan su esencia de antaño con una dosis de modernidad.

Un hotel con calor de hogar

El cuarto de baño está provisto de artículos de higiene personal gratuitos y secador de pelo. (Foto. Cortesía)

“El enfoque fue mantener la sensación estar en nuestra propia casa con grandes amigos, donde existan distintos espacios: para conversar, comer y convivir”, comenta Alberto Laposse, propietario del hotel.

Localizado en el centro de la ciudad, el lugar es el resultado de la suma de la dos viviendas que fueron interconectadas, de ahí el nombre del lugar. El conjunto en su totalidad conserva su arquitectura original, denominada vernácula: aquella que toma en cuenta usos y costumbres.

Un hotel con calor de hogar

Situado a dos cuadras del centro histórico de esta ciudad colonial. (Foto. Cortesía)

“Normalmente los pobladores la van generando con los materiales de la región, con los métodos de construcción que se van transmitiendo de generación en generación”, de ahí que la propiedad cuente aún con sus muros del siglo XVIII y XIX, legitimado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Aunque al sitio se le han hecho modificaciones, todavía conserva el estilo y diseño del resto de las construcciones de la ciudad; edificadas a base de vigas de madera, cuartelones y muros de barro, piedra o adobe recubierto con aplanados y estucos.

Un hotel con calor de hogar

(Foto. Cortesía)

“El INAH tiene un reglamento donde indica que las fachadas de los edificios tienen que estar pintados con pinturas a base de cal, eso se sigue manteniendo por tradición y para mantener la apariencia de la ciudad”, aclara Alberto.

La transformación se logró en colaboración con el arquitecto Gabor Goded, en una primera etapa. La segunda y última etapa se hizo con constructores locales. “El interiorista con quien me apoyé para el diseño de los muebles, texturas, tapiz y algunas lámparas fue Germán Velasco y su equipo”, explica.

Un hotel con calor de hogar

El spa fue reconocido como uno de los mejores del mundo. (Foto. Cortesía)

Consentir los sentidos. Si por sí solo el hotel resulta encantador, el spa es una verdadera joya. El sitio donde se localiza cuenta con muros del siglo XVIII, que se respetaron a plenitud para aprovechar el silencio que se consigue en su interior, gracias al espesor de las paredes.

“Me basé en algunas técnicas que en la antigua Grecia tenían, donde entraban a algunas cuevas con lámparas de cobre y aceite de oliva iluminando el interior. Con estos elementos se creaban estos ambientes que utilizaban para la introspección, relajación y me ditación”, justifica, de ahí que el spa sea de reducidas dimensiones, pero con lo necesario para brindar servicio, como el hammam, el sauna y las camas de masaje.

Un hotel con calor de hogar

El Spa de Dos Casas es un espacio relajado y Holístico, para realizar un viaje hacia su interior. (Foto. Cortesía)

Por ello, tanto el hotel como el spa fueron incluídos en la lista de Design Hotels, en la categoría Made by Originals, que destaca por su diseño, en esta caso, su arquitectura moderna, el arte contemporáneo y el confort.