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Habitantes de la comunidad Nueva Jerusalén, al surponiente de Tuxtla Gutiérrez, además de padecer numerosas carencias, ahora enfrentan la posibilidad de ser despojados y desalojados del predio que adquirieron hace 20 años, con un contrato de compra-venta apócrifo presentado por Jorge Castañón Marroquín, sobrino del ex secretario de Gobierno en la etapa de Juan Sabines (2006-2012), Noé Castañón León.

En el predio, de aproximadamente 58 hectáreas, habitan más de 300 familias las cuales están en condiciones de pobreza, con carencia de agua potable, transporte público, calles sin pavimentar e inseguridad.

El terreno está cerca de la nueva carretera que comunicará la capital chiapaneca con el Aeropuerto Internacional Ángel Albino Corzo, y que se prevé sea uno de los polos inmobiliarios. En la zona se construyen varios fraccionamientos exclusivos.

El costo de muchos de los predios en esa zona, sin servicios ni permisos de uso de suelo, pueden rebasar los mil pesos por metro cuadrado.

Dueños de la propiedad. Raúl de Coss Velasco, dueño de una consesionaria de neumáticos, compró en 1994 el terreno de 90 hectáreas —donde hoy se establece Nueva Jerusalén—, pensando en el futuro de sus hijos. La propiedad la puso a nombre del mayor de ellos, Raúl Coss Ruíz, y él se quedó como apoderado legal.

Tres años después, en 1997, inició el traspaso de la propiedad con los actuales pobladores, quienes estaban constituidos en una asociación civil, la cual era encabezada por Guadalupe Tapia Cortés. Acordaron la venta de las 90 hectáreas a un precio de 2 millones y medio de pesos.

En 2006, la familia Coss y la asociación civil de habitantes establecieron renegociar y llegaron a un nuevo arreglo: reducir a 32 hectáreas la extensión del terreno comprado y el monto del pago a un millón y medio de pesos. Este escenario fue más accesible para los compradores, puesto que muchos de ellos son de escasos recursos.

Tiempo después, el padre de los Coss falleció y su hijo Raúl de Coss Ruíz mantuvo en pie los acuerdos con los pobladores, quienes aún tenían parte de deuda. En 2007, Raúl decidió casarse e irse a radicar a Australia, por lo que nombró a su hermano Galileo Francisco como su apoderado legal.

El problema. A finales de 2010, Jorge Castañón Marroquín, sobrino del ex secretario general de gobierno de Juan Sabines y ex presidente del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, Noé Castañón León, presentó una escritura a su nombre que le atribuye la propiedad del predio Nueva Jerusalén.

El documento consigna que en septiembre de 2010 se habría realizado la compra-venta con el dueño del predio Raúl de Coss, quien radica en Australia. La escritura aparece certificada por Fernando Rodríguez Narváez, notario 47 de la ciudad de Tonalá, Chiapas, a quien está señalado por haber certificado otros despojos.

El apoderado legal, Galileo Francisco de Coss, inició una demanda por despojo en la que presentó como prueba una constancia oficial del gobierno de Australia que certifica que Raúl de Coss no salió de ese país durante el año en que ocurrió la supuesta compra-venta a Castañón Marroquín, además de los pagos catastrales a su nombre y acusó que había inconsistencias en las firmas del contrato.

Todas las pruebas y testimonios han sido desechadas por los tribunales, que desestimaron la demanda de despojo y la solicitud de anulación de escritura. De acuerdo con Galileo Francisco, si las firmas hubieran sido certificadas por peritos externos podrían haber probado la falsificación de las mismas.

Cuando la nueva escritura fue presentada, a nombre de Jorge Castañón Marroquín, su tío, el ex ministro de la Corte Noé Castañón León, era secretario general de la administración de Juan Sabines Guerrero.

Antes del gobierno sabinista, Castañón León fue presidente del Supremo Tribunal de Justicia de la entidad durante el periodo de Roberto Albores. En el actual gobierno de Manuel Velasco, Castañón León está al frente de la representación del gobierno de Chiapas en la Ciudad de México.

EL UNIVERSAL buscó la versión de Jorge Castañón Marroquín para conocer su versión de los hechos, sin éxito. El domicilio consignado en la demanda contra los habitantes de Nueva Jerusalén y los propietarios del predio, resultó apócrifo. En la colonia Albania del norte-oriente de Tuxtla Gutiérrez, los vecinos con más tiempo de residencia no lo conocen ni han escuchado hablar de él.

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