Personas  no identificadas robaron la casa de migrantes en San Martín de Porres, en San Cristóbal de las Casas, una computadora con datos de  indocumentados,  una cámara con fotografías y dinero en efectivo, denunció el obispo de San Cristóbal de las Casas.

Un segundo robo, donde después el responsable devolvió lo hurtado,  se registró en  albergue migratorio en una comunidad del norte de Chiapas.

En el documento Robo a migrantes,  el líder católico expuso que en el albergue San Martín de Porres, los sujetos forzaron las puertas e  ingresaron la noche del pasado viernes. Al día siguiente quienes atienden el inmueble se percataron de  la acción.

En el lugar no había ningún migrante porque éstos   reciben hospedaje en la sede de la Fundación León XIII, en el barrio de la Finca San Martín.

Por el hecho,  el sábado se interpuso una denuncia ante el agente del Ministerio Publico.

El segundo robo ocurrió en la comunidad Emiliano Zapata, entre Chancalá y  Nuevo Francisco León, en la región norte,  donde opera una casa para migrantes que atiende esa ruta transitada para llegar al municipio de Palenque.

El religioso agregó que en  el sitio había migrantes hondureños que comentaron que un día anterior un joven del poblado Emiliano Zapata los amenazó y les quitó parte de sus pertenencias.

Los centroamericanos denunciaron el delito en el mismo albergue; se ubicó  “al joven ladrón, quien les regresó lo robado”, precisó el obispo.

Lamentablemente expuso, este hecho evidencia que son “los  mismos mexicanos sin corazón” quienes asaltan y roban a los migrantes, que vienen en condiciones muy precarias,  se exponen a todos los peligros al huir de la violencia y la inseguridad de ese país.

En apoyo a esa población que huye y pasa por  Chiapas,   la diócesis de San Cristóbal de las Casas activó varias casas para migrantes en Palenque, Salto de Agua, Comitán de Domínguez, Frontera Comalapa y en San Cristóbal de Las Casas.

Esta ayuda se complementa con los  servicios  a migrantes  en las parroquias por donde pasan durante su itinerario.

Felipe Arizmendi reconoció a los mexicanos que ayudan a los migrantes con alimentos, dinero y servicios, aunque repudió que “ladrones, sobre todo jóvenes” los roben y exploten.

Estas conductas delictivas, puntualizó, es otra señal de la descomposición familiar con padres alcohólicos, irresponsables, ausentes, que no saben educar   a los hijos en el respeto,  el trabajo y  la solidaridad.

egm

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