El titular de la Secretaría de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal, afirmó que los mexicanos no podemos aceptar la premisa planteada por el presidente Donald Trump en el sentido de que con el TLC el único país que ha ganado ha sido México, porque eso es totalmente falso, ya que los tres países socios del acuerdo  comercial, han salido ganando al ser más competitivos como región.

Para fundamentar que México no es el problema,  sino parte de la solución en América del Norte, dijo el secretario, se puede señalar que la manufactura estadounidense que está ligada a procesos productivos con México está creciendo y está generando empleos, y la que no está relacionada,  está decreciendo permanentemente.

Puso como ejemplo que los empresarios Gutiérrez Muguerza  de Monterrey, compraron dos empresas para hacer tornillos, clavos y tuercas, una en Texas y otra en Missouri, cuyos productos compiten en el mismo anaquel con empresas chinas, “y gracias a que el acero que utilizan se produce en Monterrey, se han podido mantener en competencia  y mantienen 700 empleos norteamericanos”.

Por lo anterior, señaló Ildefonso Guajardo, “no podemos aceptar la premisa que con el TLC el único país que ha ganado ha sido México, eso es totalmente falso”, pero hay una segunda premisa que tenemos que aceptar, y es que después de 22 años el acuerdo se ha quedado rezagado, porque  el mundo ha evolucionado de manera vertiginosa y hay temas que tenemos que actualizar para la creación de valor en la región.

Simplemente, dijo, hace 22 años,  “cuando estábamos negociando el TLC, si queríamos consultar algo con Jaime Serra Puche, teníamos que buscar un teléfono fijo para hacer una llamada, porque había unas cosas que se llamaban ladrillos, que eran muy caras y difíciles de conseguir” y  ahora el comercio electrónico es fundamental hasta en las pequeñas empresas.

Por tanto, señaló Guajardo, al dictar una conferencia ante socios del Instituto Nacional de Ejecutivos de Finanzas (IMEF),  tenemos que introducir a al Nafta las nuevas reglas del comercio electrónico y tecnologías de la información; la liberalización de las telecomunicaciones en México debe reflejarse también, y  la  nueva realidad del petróleo que ahora tiene condiciones abiertas de competencia e inversión.

Hace 22 años no existían las medicinas basadas en la biotecnología, sólo a base de fármacos, por eso deben darse  los marcos necesarios para proteger la propiedad intelectual y poder promover la innovación.

En todo proceso de negociación, señaló Guajardo, se deben contemplar alternativas para en caso de que no se logre un acuerdo. En tal sentido, dijo, la red de contención con que contamos, de no tener éxito en la negociación, son las membrecías que tenemos en la OMC para tener acceso a los mercados.

Aun sin Nafta se podrían exportar el 40 por ciento de nuestros automóviles a Estados Unidos, pues nuestro arancel de acceso sería 4.6 por ciento en promedio,  mientras a la inversa Estados Unidos enfrentaría un arancel promedio de 35 por ciento,  porque a diferencia de México que  negoció como nación emergente, EU lo hizo como nación desarrollada, señaló el funcionario federal.

“Pero muy fuera de eso,  no podemos decir que estamos buscando el enfrentamiento como divisa, podemos y queremos que haya el espacio para una solución constructiva (en la renegociación del TLC), pero sí,  como decían los viejos generales, si quieres la paz es mu y necesario estar también listos para la guerra”,  asentó Guajardo.

Comentó que uno de los aprendizajes de este proceso de negociación ha sido la paciencia estratégica, que consiste en  dejar que el de enfrente vaya acomodándose a sus propias realidades para tener mejores condiciones de diálogo, y creo que el tiempo ha favorecido y una vez que el 17 de mayo Estados Unidos ratificó su interés de renegociar el TLC, habrán de esperar  90 días, para en cualquier momento durante la segunda semana de agosto, estar  listos para iniciar el proceso de negociación.

Reconoció Guajardo que se requiere tomar en cuenta el calendario político de México y Estados Unidos, y en ese contexto lo más aconsejable es enviar señalas claras a los mercados, sobre cuáles son los objetivos de esta negociación, “o simplemente esto se va hasta 2018 sin ninguna garantía”.

“Si Nafta fuera un paciente al tenerlo en la mesa del quirófano, debemos tener claro cuál es la ruta de la operación, porque si no,  vamos a terminar descuartizando al paciente; es fundamental saber qué mover y qué no, y una  cosa que no estamos dispuestos a mover, es decir,  ningún paso hacia atrás, en  incrementos a ningún tipo de arancel, y ningún tipo de cuotas que restrinjan los flujos mercantiles”, puntualizó el secretario.

Finalmente expresó que Estados Unidos debe tomar en cuenta el valor que tiene contar con un país  aliado con tres mil kilómetros de frontera, por donde nunca ha cruzado un acto terrorista. “Por eso el presidente (Peña Nieto)  cuando diseñó cinco principios de negociación y diez objetivos, fue clarísimo, al decir que esta negociación es integral, y que si no tenemos una buena solución en lo económico, no hay voluntad de los mexicanos de cooperar en materia de seguridad ni en temas migratorios”.

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