Acompañado por un grupo de representantes de organizaciones ciudadanas, Antonio Cota Araiza, dirigente de la CNTE Clasista, una de las dos facciones que aglutinan al magisterio disidente de Nuevo León, acudió este martes a presentar una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, por la detención arbitraria que sufrió el lunes por parte de la policía municipal de esta ciudad, previamente a una celebración por el Día del Maestro.

Cota Araiza responsabilizó a las autoridades municipales y al gobernador Jaime Rodríguez Calderón por considerar que fue quien ordenó su detención, al creer que iba a protestar en el interior del Centro Internacional de Negocios (Cintermex) del Parque Fundidora, en un evento donde iban a entregarse reconocimientos a los profesores que cumplieron diez, 20, 30, 40 y 50 años de servicios.

Cota, de 60 años de edad y recientemente jubilado por sus 33 años como educador, fue detenido a las 9 de la mañana cuando acompañado por unos 15 maestros, entregaba volantes contra la Reforma Educativa.

Los policías de Monterrey lo detuvieron bajo el argumento que recibieron denuncia del encargado de Cintermex de que lo había amenazado, por lo que usando violencia desmedida entre varios lo sometieron doblándole el brazo derecho por atrás de la espalda, para posteriormente esposarlo y subirlo a la caja de una granadera.

Afirmó que los preventivos lo llevaron a dos cuadras del sitio de la detención y ahí lo mantuvieron por unos 40 minutos, por lo que les pidió que si no lo iban a liberar, ya lo pusieran a disposición de una autoridad para mostrar su inocencia.

Posteriormente lo cambiaron de vehículo y lo llevaron a las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública y Vialidad de Monterrey al norte de la ciudad, donde lo mantuvieron dentro de la unidad, hasta que por la presión de los ciudadanos y otros maestros a través de las redes sociales y al presentarse en la SSPV, lo liberaron alrededor de las 13 horas, sin ponerlo a disposición de un juez calificador, ya que no había cometido falta administrativa o delito alguno, y simplemente fue objeto de una acción represiva de los gobiernos estatal y municipal.

Cota comentó que alrededor de las doce horas, acudió una persona quien dijo ser director de la Policía de Monterrey, quien comentó que fue tenido por solicitud de guardias de Cintermex, “por estar protestando frente a las instalaciones y por tener colgadas mantas de los postes metálicos que protegen el Parque Fundidora, además de estar sobre la banqueta del espacio recreativo. Pero luego cambió la versión y declaró que la detención fue porque se había perdido la gorra de un policía.

Por ello presentó queja contra la autoridad municipal que encabeza el alcalde de Monterrey, Adrián de la Garza Santos.

Contra Jaime Rodríguez la queja fue formulada debido a que al solicitarle una maestra que ayudara a pedir su liberación, el gobernador declaró: “lo vamos a meter más al bote por revoltoso”, y agregó que “ahí se iba a quedar”, porque estaba “parando el tráfico”, cuando en realidad la circulación estaba lenta por los miles de vehículos que estaban ingresando al estacionamiento del parque Fundidora, para el festejo que les ofrecería el gobierno estatal.

afcl

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