Paradójicamente, Cristian, una de las víctimas heridas durante el ataque a balazos a un policía municipal de Cancún, el miércoles pasado, es voluntaria de la “Aldea por la Paz”, que el Centro Integral de Atención a la Mujer (CIAM), inauguró recientemente en esta ciudad.

La joven de 18 años, descrita por la asociación como “entusiasta, comprometida y con la convicción plena de trabajar por la Paz”, facilitaba un taller para fomentar la resolución pacífica de conflictos, como parte del “Club de la Paz”.

“Con profunda tristeza e indignación, lamentamos informar que una de nuestras jóvenes voluntarias, ha sido víctima de una de las más severas violencias. El pasado 26 de abril se encontraba en un automóvil con su familia, cuando agresores se aproximaron y les dispararon a quemarropa.

“Lamentablemente, la madre murió al instante y, tanto ella como su hermano pequeño, resultaron heridos”, difundió la organización mediante un comunicado, en el cual refiere que Cristian –de 18 años- sigue hospitalizada y su estado de salud es “grave”, pues una de las balas que recibió le perforó un pulmón.

El hermano de Cristian también sigue internado. La hermana de ambos, una niña de siete años, fue la única que resultó ilesa del ataque dirigido a Armando V.A. de 38 años, policía comisionado en Puerto Morelos.

La prensa local ha consignado que el agente, quien también resultó herido de bala, era identificado con la clave “Comandante Roble”. Algunas versiones periodísticas lo ligan con la delincuencia organizada, a partir de que su nombre apareció en una de las narcomantas que han aparecido en la ciudad.

Sobre el tema, las autoridades no se han pronunciado, ni han señalado si existe o no algún tipo de investigación en curso para esclarecer la situación del policía municipal.

A días de lo ocurrido, se aclaró también que el elemento de Seguridad Pública de Benito Juárez, no era el padre de los dos infantes y de Cristian, sino su padrastro.

Cancún no debe ser militarizado: CIAM

El CIAM Cancún condenó el ataque hacia la familia y, en general, el aumento de la violencia e inseguridad.

“Es inaceptable pasar por alto lo que le han hecho a ella (Cristian) y a innumerables mujeres, niñas y niños, víctimas inocentes no sólo de ‘actos violentos’, que terminaron brutalmente con sus vidas, sino especialmente de la violencia estructural, machista e institucional que sustentan esta problemática que cada día se expande amenazante por nuestra ciudad”, se advirtió.

Sin embargo, a la par de rechazar “la barbarie como parte de nuestra vida cotidiana”, la asociación solicitó urgentemente medidas que garanticen la paz social, sin que ello implique militarizar la seguridad de la ciudad.

“Exigimos enérgicamente la urgente implementación de medidas que garanticen la paz social, las cuales no deben estar enfocadas en la militarización de nuestra ciudad, sino en que las instituciones asuman su responsabilidad con ética y compromiso hacia quienes se deben: Las y los cancuneses”, subrayó.

Violencia en Quintana Roo, “inaceptable”

La asociación civil, con 15 años de trabajo enfocado en la atención a mujeres y sus hijas e hijos víctimas de violencia, bajo modelos y protocolos especializados y con un enfoque de construcción de una cultura de Paz, indicó que el entorno de violencia, injusticia y desigualdad “que con gran consternación vemos agudizarse en nuestro entorno”, debe ser visibilizada.

Pidió atención especializada y garantía plena a los derechos fundamentales de Cristian y de todas las víctimas de violencia en Quintana Roo; y la realización de las investigaciones necesarias para garantizar el acceso a la justicia de las víctimas y el castigo de los responsables.

“De lo contrario el mensaje de impunidad seguirá siendo el que gobierne y dé confianza a los agresores para terminar con la vida de inocentes, sin ninguna consecuencia”, se alertó, para luego añadir que la violencia en Quintana Roo, ha alcanzado “niveles inaceptables”, que de no atenderse “destruirán el tejido social”.

Además de convocar a la población a sumarse a estos reclamos y manifestar su indignación ante la creciente inseguridad y violencia, el CIAM adelantó que en próximos días darán a conocer estrategias en coordinación con otras agrupaciones, para “visibilizar aquello que se intenta minimizar”.

“Nos solidarizamos y externamos nuestro apoyo a las familias y amistades de las victimas de violencia. Hacemos nuestro su dolor e indignación”, agregó la agrupación, al invocar el derecho a transitar el espacio público libremente, sin miedo y de forma segura; el derecho de la infancia y la juventud a crecer en un ambiente de protección y armonía, el derecho a una vida libre de violencia, el respeto a los derechos humanos y el derecho a la paz y la igualdad.

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