“No me siento segura, todos los días salimos los ciudadanos a jugárnosla con tanta inseguridad”, afirma Maya Fernanda Ramos, una mujer que ha sufrido el robo de su empresa seis veces y el secuestro de su esposo. Hoy dice no tener temor a nadie, porque las malas experiencias la han hecho fuerte.

Sentada en su oficina y frente a su esposo, Maya relata a EL UNIVERSAL cómo su empresa, que es la venta de carnes gourmet, fue atracada en seis ocasiones, siendo la última la más violenta y la razón por la que estuvo a punto de cerrar varias de las sucursales con las que cuenta.

“He sufrido en mis negocios seis asaltos con mano armada… estoy enojada, molesta, porque en el último hubo demasiada violencia con mis colaboradores, con mis clientes. Quitaron las cámaras de vigilancia”, cuenta.

Ella y su socio se dedicaron por semanas a investigar a los delincuentes cuyas caras quedaron grabadas en un video de la plaza comercial y que fue clave para que, a través de las redes sociales, dieran con ellos.

“Publiqué en las redes sus fotos y mucha gente nos dio información de quiénes eran y sus direcciones. Investigué junto con mi socio del negocio, estudiamos junto con otras personas el video y nos dimos cuenta que también participó un taxi en el robo”.

“Tabasqueños roban a tabasqueños; 70% de delitos son con arma blanca”
“Tabasqueños roban a tabasqueños; 70% de delitos son con arma blanca”

Maya dice que todas las pruebas se las llevaron a la Fiscalía General del Estado (FGE), las cuales se perdieron. Volvieron a entregar una copia de toda la información que habían recabado, y fue por esa razón que hoy cinco personas están detenidas.

“Les dimos toda la información: dirección, nombres, teléfonos para que sólo fueran a buscarlos. Nosotros le hicimos el trabajo y fue un trabajo que no nos costó mucho, sólo tuvimos la voluntad de encontrarlos y así pasó”.

Pese al calvario que vivió, Maya revela que han pasado varios meses y aún no se ha podido juzgar a estas personas: cuatro delincuentes y un taxista. “Nosotros hemos tenido problemas para que los juzguen, perdieron la información que les dimos, tuvimos que volver hacerla. Ellos no nos ayudaron en nada, nosotros seguimos con esa lucha, ellos están en la cárcel, pero no los han podido juzgar, no les han podido dictar una sentencia. Nos asaltaban una vez al mes”.

Maya dice con voz firme que no se cansará de hacer las denuncias y pide a los ciudadanos no callarse.

Según estadísticas del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), el robo a comercio fue el delito que más les pegó a los empresarios tabasqueños, al pasar de 2 mil 753, en 2015, a 5 mil 170, en 2016, lo que significó un aumento de 2 mil 417 sucesos, que trajo incluso pérdidas millonarias.

“Tabasqueños roban a tabasqueños; 70% de delitos son con arma blanca”
“Tabasqueños roban a tabasqueños; 70% de delitos son con arma blanca”

Maya es una esposa joven, aún no tiene hijos y dice que quizá todo lo que está pasando en Tabasco y lo que ha vivido la han detenido para no ser madre aún, pero con firmeza, reitera, no se irá de su estado, como lo han hecho otros ciudadanos que han emigrado, principalmente a Mérida, en Yucatán, y a Houston en Estados Unidos. No se explica por qué las autoridades no han podido combatir a la delincuencia, y que hacen que en el último estudio de victimización del Inegi se refleja que 70% de los delitos en el estado se cometen con armas blancas.

“El 70% de los asaltos en Tabasco es con arma blanca, es decir, tabasqueños están asaltando a tabasqueños. Te están asaltando con una navaja; con esas armas la policía los puede controlar; 30% de los delitos se cometen con armas de fuego. Eso dice el estudio del Inegi”, insiste.

“Me molesta. Vivo con miedo. No es posible que los que trabajamos seamos los que estamos tras las rejas, estemos tras las rejas de nuestros negocios, de nuestras casas, estemos blindando nuestros carros y los malos estén en las calles”, opina.

Maya, quien sigue con su negocio de venta de carnes gourmet, afirma que de acuerdo a lo que vivió y lo que han padecido sus amigos, la autoridad no quiere atacar de fondo la inseguridad. “Aquí hay complicidad y falta de voluntad. Yo creo que es un asunto de complicidad”.

Sobre el secuestro de nueve días que vivió su esposo, no habla mucho, porque le trae del pasado lo que considera la peor experiencia que puede vivir una familia.

“La cárcel no es lo peor que puede vivir un delincuente, el peor castigo es un secuestro, es algo que te deja marcado para siempre”.

“Añoro la Villahermosa hermosa, la de antes”.

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