Hasta antes de su detención en San Diego, California, el ex fiscal de Nayarit, Edgar Veytia, era un funcionario del primer círculo del gobernador Roberto Sandoval, con quien fue director de Seguridad Pública en el municipio de Tepic entre 2008 y 2011.

Posteriormente, tras la llegada de Sandoval al gobierno del estado en 2011 y con la reforma hecha para dotar de autonomía a la Fiscalía de Nayarit, en febrero de 2013 el Congreso de Nayarit lo nombró como Fiscal del Estado por un periodo de 7 años.

Aunque los números oficiales indican que en ese tiempo logró reducir los índices de violencia en el estado, sobre todo en homicidios dolosos (de 465 casos en 2011 a 36 en 2016, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública), también cuenta con denuncias en su contra por presunta extorsión y despojo.

La madrugada del 13 de octubre de 2013 ocurrió un enfrentamiento entre elementos de La Marina y un grupo delictivo en el municipio de Santa María del Oro: los marinos perseguían a un grupo de sujetos armados que salía de una supuesta narcofiesta y comenzó el tiroteo.

Entre los detenidos ese día había varios miembros de la Policía Nayarit y se especuló que también estaba el fiscal Edgar Veytia; aunque esa información nunca ha sido confirmada, dio origen a una serie de señalamientos en su contra que han permeado en varios niveles de la sociedad nayarita.

En diciembre de 2013 ejidatarios y pobladores de La Peñita de Jaltemba, en el municipio de Compostela, denunciaron públicamente al entonces fiscal de incurrir en amenazas, extorsiones y despojos por parte del fiscal.

Durante la elección intermedia de 2014, el 28 de mayo, Edgar Veytia recibió con policías antimotines y toda la fuerza de la Policía Nayarit desplegada a sus espaldas, a la comitiva de las dirigencias nacionales del PAN y el PRD que buscaba dialogar con él para pedirle que garantizara una elección tranquila.

Al respecto, el fiscal señaló que los políticos querían hablar sobre su trabajo y lo único que él hizo fue mostrarles cómo y con qué se resguardaría la seguridad durante la elección, en la cual, por cierto, su suegra, Alicia Monroy Lizola, fue electa como presidenta municipal de Compostela.

En octubre de 2016 los hijos de Julián Venegas Guzmán, compadre de Joaquín “El Chapo” Guzmán, acusó al fiscal de encubrir el secuestro de su padre, pues aseguran que en él participaron miembros de la Policía Nayarit, que estaba bajo el mando de Veytia.

En esa ocasión, Grecia Venegas Oviedo, la menor de las hijas de Venegas Guzmán, indicó que desconfiaba del fiscal, pues estaba averiguando con qué bienes contaba su familia: “Lo único que a él le interesa es saber qué bienes hay y quiero saber por yo por qué, que él diga por qué le interesa saber eso (…) fuimos a la Marina, a México y dijeron que se iba a investigar, que esperáramos unos días y eso estamos haciendo”.

Como fiscal de Nayarit, Veytia tenía bajo su mando no sólo a los elementos de la Policía Nayarit, sino que daba órdenes a todos los elementos municipales del estado, excepto a los de Tepic, por estar integrados en un mando único a su cargo.

Sin embargo, aunque en su momento el alcalde de Tepic con licencia, Leopoldo Domínguez, se rehusó a entregar el mando de su policía municipal al fiscal del estado, sí dejó bajo sus órdenes a los 100 elementos del Grupo de Reacción de la corporación.

Veytia desdeñaba las críticas y los señalamientos en su contra, aseguraba que su trabajo hablaba por él y se atenía a las estadísticas oficiales.

Aseguraba que las cosas que se decían de él tenían que ver sólo con política.

afcl

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