El colectivo de familiares desaparecidos de Chilapa y Zitlala, Siempre Vivos, presentó una queja ante Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en contra del gobierno de Guerrero y la Fiscalía General de Estado (FGE) por omisión y por la falta de resultados en la investigación de la desaparición de seis integrantes de la familia García Feliciano, ocurrida hace cinco meses.

El 18 de octubre, la familia García Feliciano salió de su pueblo Ixcatla, en Zitlala. A las 09:00 de la mañana estaban en Chilapa, a donde llegaron para dejarle ropa a otro de sus integrantes, Celso, un joven que desde hace ocho años trabaja ahí como taxista.

A las 9:45 de la mañana, los militares que tienen un retén antes de llegar a la comunidad de Tlaltempanapa, Zitlala, registraron en su bitácora el paso de la camioneta roja con los seis integrantes a bordo.

De acuerdo con los datos que han podido recabar Celso y los integrantes de Siempre Vivos, la familia llegó a su destino en la comunidad de Tlaxcozotitlán, en el municipio de Copalillo.

Celso lo sabe porque llegó a dicha localidad, donde le dijeron que ahí estuvieron y se fueron después de haber comido, por lo que, la familia desapareció durante su regreso, ya que los militares del retén cercano a Tlaltempanapa no volvieron a verlos.

Los inconformes sospechan que pudieron desaparecer en el tramo carretero de Tlaxcozotitlán–Tlaltempanapa.

El vocero del colectivo Siempre Vivos, José Díaz Navarro, dice que la desaparición pudo haber ocurrido en los retenes que tienen instalados los pobladores de Tlaltempanapa, quienes forman parte del grupo armado denominado Policía Comunitaria por la Paz y la Justicia, al que acusan de haber desaparecido a por lo menos 16 personas en mayo de 2015, cuando tomaron la cabecera municipal de Chilapa.

Díaz Navarro sostiene que los pobladores de Tlaltempanapa desaparecieron a la familia por quitarle la camioneta donde viajaban (Nissan modelo 2015) y por robar a la mujer de 23 años que también iba a bordo.

En la camioneta iban Mario García Capistran, de 58 años de edad; María Feliciano Diego, de 48; Florencia Capistrán Tecolapa, de 80, y los hermanos: Félix, de 25; Santa, de 23, y Marco Antonio García Feliciano, de 18.

Este miércoles, el colectivo Siempre Vivos presentó una queja ante la CNDH ante la falta de resultados en la investigación, informó Díaz Navarro.

A cinco meses de la desaparición, indicó el vocero, la FGE no ha informado de ningún avance, ni tampoco buscan a la familia.

Por eso la queja la presentaron por omisión.

En el documento, el colectivo responsabiliza a la grupo armado denominado Policía Comunitaria por la Paz y la Justicia de la desaparición.

ahc

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