Desde los cuatro años inició clases de música y desde corta edad se presentó en los principales recintos culturales en más de 25 países en América, Asia y Europa, pero hoy a sus 36 años de edad, Enrique Manuel Márquez Almazán es quien dirige la cultura en Veracruz.

Proveniente de una familia de pianistas y violinistas virtuoso, el nuevo director del Instituto Veracruzano de la Cultura (IVEC) tiene como meta reconocer a los grandes artistas, pero también impulsar la cultura en los niños y las obras de la llamada Generación X y los Millennials.

El hombre que ha sido violista principal de la Orquesta Mundial de Juventudes Musicales, la Youth Orchestra of the Americas y la Orquesta Filarmónica de las Américas, afirma que otra de sus metas es que la ciudadanía se acostumbre de nuevo a ir a la galería, al museo, a la pinacoteca, al ágora y a todos los recintos del arte y la cultura.

“El tema es que la élite de creadores trabajen en la educación, lo que queremos es el apoyo con recintos, apoyos en especies, donativos, también, para que la comunidad cultural crezca y jale la empresa cultural y tenga apoyos y asentamiento propio”, explica.

Tres de sus abuelos tocaban el piano y sus padres la viola y el piano, por lo que poco antes de los cuatro años de edad en un viaje que realizaron a Tlaxcala, Enrique pidió que le compraran una viola.

“No sé por qué, si por emular a mi mamá o por mi papá porque tocaban dúos”, recuerda.

Su madre Eloísa Almazán (actual subcoordinadora Nacional de Música y Ópera del INBA) y su padre Enrique Márquez, fueron los fundadores de los talleres del Centro de Iniciación Musical Infantil en Xalapa, por lo que su crecimiento lo hizo escuchando la Sinfónica.

Sin embargo, como a los seis años en el Centro de Iniciación Músical, donde le encantaba jugar fútbol en los intermedios, dejó la música. “Dije la verdad: esto no es lo mío, porque no le veía el chiste”.

Al poco tiempo, sus padres obtuvieron una beca en el Fulbright Scholar Program en California, por lo que radicó en Estados Unidos y en uno de sus campamentos de verano musicales tocaron la abertura segunda de Schubert en el bosque Sequoia.

“Era maravilloso tocar viola en un ensamble que era de música celestial y poder tener amigos en el ensamble. Ya no era un tema de estudiar yo solo en mi casa… la orquesta para mí, fue lo que detonó todo”, rememora.

Desde entonces no paró un solo instante, realizó sus estudios en escuelas abiertas y se dedicó casi de tiempo completo a la música hasta que se gradúo de la Universidad de Harvard y se convirtió en el único violista mexicano que ha debutado en Carnegie Hall (Nueva York. Marzo 2005).

Ha colaborado como consultor para la Universidad Veracruzana, la Universidad de Boston y para el programa In Harmony Lambeth, en Londres, y ha sido Fellow en la Universidad de Harvard en la Facultad de Artes y Ciencias.

“Creo que la vida conmigo fue maravillosa y creo que todo niño tiene el derecho a la educación artística. Creo que un niño que pueda estudiar música, teatro, danza, lectura va a ser una experiencia humana mucho más rica que un niño que no tuvo esa oportunidad”, afirma.

Asegura que es un deber personal y de los grandes artistas que tiene Veracruz formar públicos y que los niños tengan la experiencia humana-estética de gozar de las artes.

“Yo quiero que mi generación trascienda”, afirma y dice que grandes artistas abrieron la puerta nacional e internacional, como el grupo Tlen Huicani, pero –dice- es momento de seguir con esa buena inercia de trabajo para que “la generación actual supere a la que sigue y subsecuentemente”.

Se trata de aterrizar la cultura a todos, que los museos y centros de arte estén llenos de ciudadanos y que los niños crezcan con música, teatro, pintura.

“Ejercer ese derecho cultural que tiene el ser humano, cumplir con ese deber que el gobierno tiene, entonces serán talleres gratuitos, también queremos la Escuela Libre de Música, de Arte y que queremos que este tipo de escuelas crezcan con mayor nivel académico, que se rodeen de gente muy buena con disposición de ayudarlos”.

Reconoce que Veracruz tuvo una época genial hace 20 p 30 años, donde una generación logró hacer mucho, pero “creo que tenemos que ir para adelante, apoyar a las nuevas generaciones”.

Márquez Almazán llegó junto con el gobierno del panista Miguel Ángel Yunes Linares, el cual estará en el poder dos años, tiempo –dice- suficiente para sentar las bases.

“Hay tiempo de sentar bases fuertes, sólidas, y renovar la cultura todos los días. Creo que dos años son suficientes para abonar al campo cultural y darle todo el impulso”.

afcl

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