Deja a su esposa con quemaduras en 70% del cuerpo

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Dos manchones de pasto quemado en el patio de una vivienda son las pruebas que señalan los policías estatales del sector Palomares cuando se les pregunta sobre el lugar en donde Edgardo Romero Álvarez le prendió fuego a su esposa Jennifer Antonio Carillo la madrugada de ayer en la calle Plan de Ayala, colonia Reforma.

Los vecinos no dicen nada, apenas y se asoman por la ventana de sus casas, ante la presencia de policías que realizan las investigaciones que la fiscalía estatal está obligada a llevar a cabo por ley.

La casa con portón blanco no tiene numeración y está cerrado desde que Edgardo huyó con su hijo de casi tres años, quien fue rescatado por su abuelo posteriormente.

Los elementos policiacos reportaron que la madrugada de ayer, después de una discusión, el hombre de 20 años de edad, en estado de ebriedad, le roció gasolina a Jennifer, de 18 años, y luego le prendió fuego, pero él mismo la trasladó al hospital del IMSS de Matías Romero.

La abuela de la joven, Eloísa, jefa de servicios de Urgencias del IMSS los domingos por la noche, la recibió alrededor de las cinco de la madrugada; venía en una silla de ruedas con quemaduras en 70% de su cuerpo.

“Él me dijo que ella se prendió fuego, olía a gasolina. Yo ya les había llamado la atención porque el señor anda en malos pasos con esa gasolina que venden clandestina. Yo le dije: ‘Pasó lo que ya me temía’. La verdad lo corrí”, narró la anciana vía telefónica mientras acompañaba a su nieta al Hospital Valentín Gómez Farías de Coatzacoalcos, Veracruz.

Eloísa refiere que Edgardo traía a su nieto en una camioneta blanca y el niño le pidió que curara a su madre. “Mi pedacito de carne, que va cumplir apenas tres años, me dijo: ‘Abuelita cura a mi mamá, le duele mucho’”.

Después el joven desapareció con el niño rumbo a Veracruz, donde supuestamente tiene familiares, acusó.

La abuela también relata que su nieta le reclamó haber dejado escapar a su esposo: “Ella traía la garganta y la nariz quemadas, apenas y pudo hablar y me dijo: ‘Abuela para qué lo dejaste ir’”, pero doña Eloísa sólo estaba preocupada por salvar a Jennifer.

Denuncian negligencia. Según Álvaro Ortiz, presidente del Patronato de Bomberos de Matías Romero, Jenifer fue atendida en un primer momento en el IMSS de este municipio hasta las 9:40 de la mañana, pero debido a que no cuentan con las condiciones en ningún hospital de la región para atender su tipo de quemaduras, fue trasladada a Coatzacoalcos gracias a la intervención de la fundación Te Queremos y el patronato. Su estado se reporta como reservado.

Los familiares de Jennifer denunciaron negligencia por parte del Ministerio Público de Matías Romero , ya que éstos se comunicaron con ellos después de casi cinco horas de que se reportó el hecho.

“El Ministerio Público debe levantar la demanda cuando suceden las cosas, pero ellos... aunque ya estaba reportado lo que sucedió, no acudieron ni al hospital, nos llamaron como a las 10, cuando ya íbamos hacia Coatzacoalcos. Yo les reclamé, pero uno ya no confía en ellos”, comenta molesta la abuela.

La angustia de los familiares durante toda la mañana fue el paradero del niño, por lo que el abuelo emprendió la búsqueda hasta dar con Edgardo, ya que, según la denuncia, éste también amenazó con quemarlo.

Después de localizarlo, el abuelo le quitó al pequeño a la fuerza, pero no logró detenerlo. El menor, en tanto, está bajo custodia de la familia.

Violencia. De acuerdo con un diagnóstico que realizó el Centro de Atención y Ayuda a la Mujer Indígena del Istmo (CAAMI) en 2015 sobre el perfil de los agresores en esta región de Oaxaca, 95% consume alcohol por lo menos tres veces a la semana y 55% ingiere algún tipo de sustancia tóxica, (cocaína 25%, marihuana 30%).

En lo que se refiere al tipo de ocupación, 25% se dedica a la albañilería; 30% son taxistas; 15%, policías; 20%, profesionistas (médicos, profesores), y 10% restante se dedica a la pesca y elaboración de hamacas.

Dentro de los tipos de violencia más recurrentes está la sicológica, en 35%, considerada la de menor importancia por las mujeres: la mayoría acude al centro por primera vez por violencia física (35%), económica (20%) y sexual (10%).

En Oaxaca, 61.2% de las mujeres de 15 y más años han vivido incidentes de violencia por parte de su pareja o de otros familiares en el trabajo, en la escuela o en espacios comunitarios, según el reporte del CAAMI.

A nivel nacional, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reporta que 63 de cada 100 mujeres de 15 años o más han padecido algún incidente de violencia por parte de su pareja o de cualquier otra persona.

Señala que de 2013 a 2015 fueron asesinadas siete mujeres diariamente en el país, y que en 2015 se registraron 406 casos, lo que representa 17% de los homicidios a nivel nacional.