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Colima.— En las últimas cinco semanas seis policías de Colima han sido asesinados, el último caso ocurrió la mañana del sábado 3 de enero, cuando dos agentes ministeriales fueron encontrados muertos sobre la carretera Chiapas hacia Ocotillo, en el municipio de Cuauhtémoc.

Hasta el 30 de noviembre de 2016, Colima registraba 533 homicidios dolosos y durante todo 2016 se colocó como el estado con mayor tasa de asesinatos por cada 100 mil habitantes (72.45); sin embargo, los ataques directos a los policías del estado comenzaron a escalar a finales de noviembre pasado.

Al respecto, el gobernador, Ignacio Peralta, ha señalado que se toman las medida preventivas necesarias para brindar mayores condiciones de seguridad para los uniformados en la entidad; hasta ahora la Procuraduría General de Justicia del Estado no ha presentado avances en el esclarecimiento de estos casos ni ha explicado si hay un vínculo entre ellos.

Además, tras el asesinato de un elemento de la Procuraduría local ocurrido el sábado 3 de diciembre de 2016, en un lote baldío del municipio de Villa de Álvarez, apareció una manta en la que se advertía que continuaría la “caseria” (sic) contra los elementos policiacos.

Los primeros ataques ocurrieron el 28 de noviembre pasado en la colonia Tabachines de Villa de Álvarez, cuando dos elementos de la Policía Estatal, un hombre y una mujer que habían terminado su turno, fueron agredidos a tiros por un comando.

Los agentes fueron identificados como Jorge Carrizales y Norma González Cerna. Los agresores lograron darse a la fuga.

El miércoles 30 de noviembre, en el municipio de Tecomán, un policía estatal, que resguardaba una finca asegurada por las autoridades del estado, fue asesinado a quemarropa presuntamente por un sujeto que se le acercó caminando.

Tres días después, el sábado 3 de diciembre, un agente de la procuraduría que estudiaba una licenciatura en la Universidad Multitécnica Profesional en la capital del estado fue abatido durante un tiroteo en el plantel educativo; en ese hecho tres estudiantes más resultaron heridos.

En un comunicado emitido por la Procuraduría General de Justicia del Estado se dio a conocer que sujetos armados llegaron a los puestos de alimentos que se encuentran en el exterior de la institución educativa y comenzaron a disparar contra el agente ministerial, quien murió más tarde cuando recibía atención médica en un hospital.

Preocupación. El pasado 28 de noviembre, unos 15 policías estatales, así como de los distintos cuerpos de seguridad de los municipios, manifestaron su preocupación por los ataques de los que han sido víctima algunos de sus colegas.

Solicitaron ante el diputado local priísta Héctor Magaña que el Congreso del Estado realice las reformas necesarias para mejorar sus condiciones laborales y además puedan contar con un seguro de vida que ampare a sus deudos en caso de morir en cumplimiento del deber.

Además, plantearon el tema de las jubilaciones para que el elemento que llegara al final de su servicio al cumplir sus 30 años como agente pueda retirarse al siguiente día y que no lo tengan trabajando hasta tres años más como —dijeron— actualmente sucede con algunos por la falta de una autorización.

El gobernador Peralta ha reconocido los rezagos en equipamiento y capacitación de las distintas corporaciones policiacas del estado, pero también ha revelado que se han detectado grabaciones que dan cuenta de que algunos elementos trabajan para la delincuencia organizada, puesto que avisan de los operativos que se implementarán.

Actualmente, la Secretaría de Seguridad Pública del Estado abrió una convocatoria para reclutar elementos de policía, puesto que según el secretario de Seguridad del estado, Francisco Javier Castaño Suárez, el estado de fuerza de la dependencia a su cargo es mucho menor de lo que establecen los protocolos internacionales respecto al número de policías por cada 100 mil habitantes.

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